Ayer, minutos después de darse a conocer la condena del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata a Von Wernich, la jerarquía eclesiástica rompió el silencio que había mantenido desde el 5 de julio último, cuando comenzó el proceso oral contra el ex capellán de la policía bonaerense por violaciones de los derechos humanos durante la dictadura.
En el texto de ayer, de 18 líneas, se repite también una contundente afirmación del Episcopado, de marzo de 1995: «Si algún miembro de la Iglesia, cualquiera fuera su condición, hubiera avalado con su recomendación o complicidad alguno de esos hechos (la represión violenta), habría actuado bajo su responsabilidad personal, errando o pecando gravemente contra Dios, la humanidad y su conciencia».
El comunicado, distribuido por la oficina de prensa del Episcopado, que conduce el padre Jorge Oesterheld, no alude al comportamiento de Von Wernich durante el proceso judicial.
Sin embargo, Oesterheld afirmó que «la Iglesia espera algún signo de arrepentimiento» por parte suya y un pronunciamiento de monseñor Elizalde, de quien depende el sacerdote.
«Las sanciones canónicas que pudieran corresponder sobre Von Wernich son competencia de su obispo», dijo Oesterheld. Y agregó que la conducta del sacerdote condenado «no es representativa del sentir de la Iglesia, que fue y es muy clara en sus documentos y en su actuar».