Con el objetivo de consolidar el sentimiento que sienten los vecinos por el lugar, la municipalidad adquirió el edificio para que el patrimonio histórico y cultural de la región no se pierda. De esa forma, se viabiliza la proyección a futuro del mejor destino tendiente a preservarlo y mantenerlo. Desde ahora pasará a ser nuevamente accesible para todos.
El edificio -declarado de interés histórico y cultural por el Concejo Deliberante-, después del cierre del Frigorífico pasó a ser propiedad de una sociedad comercial, encontrándose en la actualidad prácticamente abandonado. A pesar del paso de los años, sigue manteniendo casi intacta su estructura señorial y atesora en sus entrañas los mejores y más queridos recuerdos de los habitantes de Benito Legerén que pasaron por sus aulas.
En el pasado fue lugar de refugio de evacuados durante la inundación de 1959 y en sus puertas amarró un remolcador con ayuda para los habitantes del lugar y de Concordia. Fue asimismo el sitio donde concurrían los ciudadanos del Barrio, de Villa Adela y de Estación Yuquerí a votar en los primeros comicios hasta el advenimiento de la nueva democracia.
“Por sus aulas pasaron muchos docentes y alumnos, pero fundamentalmente fue creadora de hombres y mujeres de bien, cuna de trabajadores que ayudaron a forjar la grandeza de nuestra ciudad”, destacan en la nota.
La escuela secundaria de Legerén funcionó allí en un principio y luego fue trasladada a la zona de El Martillo donde se encuentra actualmente.
“Hoy la Escuela, se erige como un faro a orillas del majestuoso Río Uruguay y sigue siendo el icono histórico y punto de unión de los vecinos, ex docentes, alumnos y de todos quienes disfrutaron de la calidez de sus aulas y de tiempos compartidos”, indicaron.