Benítez indicó que el intendente puede tener convicción religiosa y nadie dice lo contrario. “Pero confunde su fe con el rol público que le otorgó la mayoría de los concordienses”, dijo.
Además, menciono que lamentablemente la confusión es moneda corriente por funcionarios en general, que se toman atribuciones más allá de lo que corresponde. Por ejemplo, cuando un funcionario utiliza un automóvil institucional como si fuera personal, cuando un funcionario lleva a su casa la computadora que utilizó durante la gestión, o como cuando habla de los bienes públicos como si fueran personales. “Todos estos casos parecieran ser harina de un mismo costal, inclusive el decretazo”, indicó el edil.
“Los ciudadanos de Concordia no podemos ser rehenes de caprichos personales, necesitamos que las instituciones se respeten”, señaló.