En primer lugar, es evidente que en sus palabras no hay interés alguno en conocer en profundidad el proyecto de los acueductos, los pasos que se dieron hasta llegar a la firma de los respectivos acuerdos con China, como se calcularon las inversiones previstas y las formas de financiamiento, los dictámenes de los diferentes organismos de contralor que tienen que intervenir (Ministerio de Economía de la Nación, Ministerio de Economía de la Provincia, Contaduría General de la Provincia, etc.). Poco o nada le importan la forma en que se potenciará la capacidad de producción de la Provincia y el impacto positivo que esto tendrá en la industria, el empleo y la economía entrerriana.
Cuando Benedetti dice que estamos “echando bidones de nafta sobre el fuego encendido” apela a una metáfora incendiaria que le dará buenas repercusiones en los medios, pero que no se ajusta para nada a la realidad. Le digo más, parece que estas catástrofes que anuncia denotan más deseo de que ocurran que preocupación porque vayan a producirse. El hombre debe aprender de sus errores para mejorar, pero Benedetti sigue insistiendo en la misma forma de hacer política que lo consagró como el responsable de que su partido fracasara estrepitosamente en las urnas.
Urribarri es un Gobernador votado por amplias mayorías y puede demostrar – tomando cualquier índice de referencia – que conduce un proyecto transformador que posicionó a Entre Ríos en los primeros lugares entre las demás provincias. Benedetti, en cambio, casi llevó a la disolución al centenario partido radical en las últimas elecciones y en la historia nada quedarán de sus críticas y pronósticos de desastres inexistentes.
Le hago notar también al precandidato a Gobernador del radicalismo que en su análisis de situación omite considerar que las exportaciones de origen provincial en valores han crecido en un porcentaje superior al 45 % desde 2007, del mismo modo que ignora el crecimiento de las exportaciones de carne, principalmente de aves (más del 170 % desde 2007), o la evolución diferencial de Entre Ríos en ingresos per cápita, que alcanzó la media nacional y superó a la provincia de Buenos Aires (en 2007 estaba por debajo de ambos espacios) con una variación de un 526,2 %. También debería saber Benedetti – uno de los más importantes empresarios sojeros del país – que Entre Ríos pasó de 54.600 toneladas de soja procesadas en 2007 a 277 mil en la actualidad (cinco veces más).
En cuanto a la salud de las finanzas de la provincia podemos citarle, para su tranquilidad, un reciente estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) que da cuenta que el déficit sigue descendiendo. Con relación a 2013, de acuerdo con este informe privado, Entre Ríos revirtió un déficit de -3,5 % de los recursos totales y muestra un superávit de 2,4 por ciento en el 2014, lo que justifica una reforma impositiva que fue realizada con criterios de equidad y justicia.
A su vez el stock de deuda representa alrededor de la mitad de los recursos totales de Buenos Aires y cerca de un 25% de los de la CABA y Entre Ríos, con lo que estamos mejor que esos distritos. Entre Ríos es la provincia menos expuesta a las fluctuaciones cambiarias, con menos del 40 % del stock de deuda dolarizada o atada al tipo de cambio. Santa Fe, Buenos Aires y CABA son las más expuestas.
Pero insisto y lo invito a discutir con números en mano, Entre Ríos crece en obras públicas, en empleo, en consumo, en actividades comerciales, en el turismo, en nuevas tecnologías, etc. Negar esta transformación, negar que la Provincia crece y solo poner el acento en aquellas pocas obras y proyectos que aún no pudieron concretarse es forzar una interpretación pesimista de la situación que termina siendo una burda chicana electoral sin consistencia alguna.
Finalmente, desde el orgullo de militar en el peronismo y ser parte de un proyecto transformador y superador, le recomiendo sinceramente revisar sus declaraciones y modos de hacer política, porque es suya y de sus correligionarios la responsabilidad de que en la Cámara de Senadores no tengamos radicales con quienes discutir o consensuar nuestros proyectos, o que en el Concejo Deliberante de mi ciudad no haya representantes de su partido. El debate, cuando es superador y priorizando el bien común, siempre es bueno y productivo.
Está muy claro que mientras Benedetti descansa y piensa en su campaña a gobernador este Gobierno está trabajando. Que Benedetti y quienes quieran hacerlo critiquen y reprochen todo lo que quieran, sigan despotricando contra el Gobierno y alimentando titulares en los diarios, sigan en la suya y hagan campaña desde el desánimo y la desesperanza; que mientras tanto hay un Gobernador y un equipo de Gobierno que siguen trabajando. No se preocupe Benedetti que mientras Usted profetiza desastres y denuncia maniobras inexistentes nosotros seguimos adelante, Entre Ríos sigue avanzando, el pueblo acompaña a este Gobierno y Urribarri se encamina a ser el continuador de este proyecto en la Presidencia de la Nación.