En la misiva solicita al Gobernador que “en uso de sus facultades, se dirija al Poder Ejecutivo Nacional interesando la suspensión de la ejecución del Decreto de Necesidad y Urgencia que crea el llamado “Fondo del Bicentenario” y todas las normas dictadas en su consecuencia, hasta tanto no se constituya en el Congreso la Comisión Bicameral que debe controlar aquella disposición”.
Agrega que “La defensa de los derechos de la provincia y sus pobladores exige que seamos custodios de los procedimientos establecidos por la Constitución Nacional, la cual prescribe que sea el Congreso Nacional quien deba pronunciarse sobre el uso que se quiere dar a las reservas del BCRA, y no el Poder Ejecutivo mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia.”
“Ya se encuentran tramitando ante la Corte Suprema de Justicia medidas, solicitadas por el gobierno de otra provincia, en las que se denuncian varias causas de inconstitucionalidad del Decreto e interesan una Medida Cautelar que suspenda sus efectos, alegando con razón que el mismo provocará sobre la Provincia y su población, así como respecto a las demás provincias y sus respectivas poblaciones, el efecto conocido como impuesto inflacionario, y que ese Decreto también afecta el poder delegado por las Provincias al Congreso Nacional de hacer sellar moneda y fijar su valor.”
Luego de reflejar que ya existen denuncias penales en trámite, escribió que la UCR así como la inmensa mayoría del arco opositor, “sostienen que no estaban dadas las condiciones de urgencia para que el Ejecutivo emitiera el referido Decreto, y menos aún para disponer la utilización de reservas para cancelar obligaciones con acreedores particulares.” Asegura luego que incluso el ex Ministro de Economía. Roberto Lavagna, instó «vía el Congreso, vía la Corte (Suprema de Justicia), vía la reacción de la sociedad, a mandarle un mensaje al Gobierno, diciéndole ‘no’ al nuevo endeudamiento».
Antes de finalizar expresó: “Ya sabemos a donde conducen estos caprichos del gobierno, Sr. Gobernador: hace unos años vimos como saldamos una deuda con el FMI, alegando que no necesitábamos su asistencia -que ahora imploramos- usando reservas del BCRA, para luego endeudarnos con el gobierno del Venezolano Cháves, pagando intereses muy superiores a los de la deuda original.”