BELGRANO NO SÓLO LEGÓ LA BANDERA

En el Clarín del 6 de agosto (página 40) se consigna que cayó el valor agregado de las exportaciones en el primer semestre, los envíos industriales perdieron 5 puntos de participación en el total y en calzado hubo una caída del 28,6%

John Kerry, Secretario de Estado de Barack Obama, hablando en la Cámara de Comercio de los EE.UU en la Argentina, afirmó que Mauricio Macri está en el “camino correcto” y que “estamos muy entusiasmados con la oportunidad que se abre en la Argentina” y que el Presidente argentino “se destaca por el magnífico equipo de liderazgo, por su sensibilidad y pragmatismo y por el buen matrimonio entre el sector público y el privado.” Y si esto no era suficiente pidió “que la gente sea paciente y se mostró confiado en la llegada de las inversiones si Macri continua con su reforma.”

Federico Vázquez en Le Monde Diplomatique del mes de agosto, escribió: “El problema del mentado TLC (Tratado de Libre Comercio) entre el Mercosur y la Unión Europea es tan básico  como irresoluble, aun cuando la administración macrista acepte entregar los atisbos de producción industrial dificultosamente construidos desde el primer peronismo hasta hoy (ya sean autos, zapatos, celulares o patentes científicas): los países europeos no parecen dispuestos a abrir sus mercados agrícolas. Es decir, en el mejor de los casos, la “victoria” del gobierno de Cambiemos en la negociación con Europa sería aumentar hasta el paroxismo el perfil primarizado de la economía argentina. Pero ni eso parece probable, en tanto los gobiernos europeos parecen más dispuestos  a cuidar a sus campesinos  que lo que el gobierno argentino se muestra decidido a apoyar  a sus empresarios industriales.”       

Es la diferencia que va en países donde la burguesía ha hecho la revolución burguesa y ha cumplido un papel progresivo en la medida que su proyecto de país implica incorporar por necesidad o conveniencia, poco importa, a otras clases sociales. En cambio en la Argentina, la burguesía agraria, mucho más capitalista que burguesa, sólo incluye a los peones de campo representados por un dirigente gremial que más bien es un representante de los dueños de los campos ante los asalariados, a las empresas que los abastecen y a los empleados  de los mismos. Incluye también a sectores de clase media de servicios y de un estado pequeño, y alguna industrialización de las materias primas producidas.

Fuertemente anti industrialistas, no están dispuestos a trasladar una parte de la renta diferencial de la pampa húmeda a la industrialización del país, como sí lo hace el sector industrial competitivo europeo o norteamericano con los productores agrícolas no competitivos de esos países.

En síntesis: es un programa para menos de la mitad de la población

Sería interesante recordarle a los sectores agropecuarios una frase de William James, el hermano poco conocido del muy reputado escritor Henry James: “Un gran número de personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios”.

Mientras no logre superarse esa visión pequeña, es como vender el cuero y comprar zapatos: es decir: marchar descalzos.

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