“Cualquier actividad económica que no tiene rentabilidad es inviable su permanencia en el tiempo”, señaló Loggio. Los productos con valor de comercialización son las botellas plásticas, el cartón, el papel y los metales. De acuerdo a las manifestaciones del concesionario, Leonardo Galarza, esos materiales no llegan en la medida de lo que se había previsto. “Todos sabemos que en Concordia hay un trabajo informal de la basura importante”, expresó el funcionario.
En ese sentido, explicó que hay “muchísimos carros” que circulan diariamente las calles levantando la basura porque allí radica su subsistencia. “Eso impacta negativamente en la calidad de la basura que llega al Abasto”, señaló.
El municipio evalúa la confección de un convenio de rescisión. “Estaba previsto que cuando se notifique con anticipación cualquiera de las partes podía rescindir” aduciendo razones como la falta de rentabilidad aludida.
Loggio aseguró que la preocupación es que la planta quede inactiva. La intención es que se mantenga en funcionamiento para disminuir el volumen de basura que se vuelca diariamente en el Campo del Abasto. “Lo hemos dicho muchas veces: lo ideal sería tener un relleno sanitario que resuelva para siempre el problema de Concordia. Pero hasta que eso no ocurra reducir el volumen de basura es lo mejor que nos puede pasar”, admitió el funcionario.
Al mismo tiempo, Loggio indicó que la tercerización del manejo de la planta de reciclado era la mejor opción porque no tiene costos económicos para el municipio. “Evidentemente esto es muy difícil de realizar porque la experiencia que ha hecho la empresa no fue satisfactoria”, indicó.
Respecto de los operarios que estaban trabajando en la empresa (que fueron contratados por Cetru en la gestión anterior y luego se nuclearon en una cooperativa hasta que se concesionó nuevamente la planta y fueron absorbidos por Galarza), Loggio señaló que hay un compromiso del municipio. “La salida que se le encuentre a la actividad de la planta de reciclado deberá contemplar la permanencia de esos trabajadores que vienen desde hace tres años”, expresó.
La maquinaria, como las cintas transportadoras, al igual que la infraestructura existente es propiedad de la municipalidad. El único elemento que pertenecen a Galarza y será retirado es una pala cargadora.
Consultado sobre la posibilidad de que los empleados municipales se hagan cargo del reciclado, el subsecretario de Medio Ambiente dijo que, a su criterio, “no es la mejor salida”. E insistió con que lo mejor es que sea un servicio tercerizado. “Puede ser otra empresa o una cooperativa. No sé, se está evaluando, no está decidido y hay distintas variantes que se están analizando y seguramente en muy pocos días se va a tomar una decisión”, admitió.
Por último, Loggio indicó que lo realizado sirvió como experiencia. “La verdad es que nos apena mucho porque soy testigo de haberlo visto trabajar al señor Galarza con mucho compromiso en el Campo del Abasto y me apena que no sea exitosa su experiencia económica”, indicó.
