Celia Mertzler, titular del área ambiental del municipio, tomó muestras de agua y recogió algunos peces para examinarlos. Si bien reconoció que es apresurado decir cual fue el motivo de la muerte de los peces, “una posibilidad concreta es el alto grado de contaminación de características orgánicas que se genera por los desechos de la empresa Manfico, que evacua sus efluentes al arroyo con alta carga de materia orgánica, debido a su proceso de producción”, dijo.
“Manfico S.A” es una empresa de alimento balanceado que emplea aproximadamente a 40 personas en la fabricación de carne y harina. La materia prima para la fabricación del alimento se obtiene mediante la trituración de huesos de animales, vísceras, plumas, garras y sangre.
Un estudio de impacto ambiental fue desarrollado por la municipalidad de Basavilbaso entre mayo a noviembre de 2004. Los resultados corroboraron científicamente lo que por años los vecinos venían denunciando. Desde la entrega de dicho estudio hasta la fecha solo se ha realizado una sola inspección, en noviembre del 2005. Dicha comprobación arrojó como resultado que la empresa había cumplido parcialmente lo comprometido.
Los líquidos generados en la planta debían ser conducidos a través de canales construidos en material, reemplazando lo de cielo abierto; y se debía colocar rejas para retener los sólidos de mayor tamaño. Además, las piletas de tratamiento recién se están poniendo en funcionamiento mediante un tratamiento con bacterias.
En dicho control se constató que nada se había realizado para disminuir la emisión de gases y reducción de olores que se liberan a la atmósfera, ya que no se había colocado ningún filtro ni lavador de gases.
Funcionarios de la Subsecretaria de Asuntos Agrarios y Recursos Naturales se trasladaron hasta el lugar en sábado en horas del mediodía. Los ingenieros Luna y Robledo confesaron tener sospechas que pudo haber existido un manejo inadecuado en el uso de plaguicida.
La mortandad se verifica a la altura del campo de la familia de Cirilo Suárez (descendiente de un integrante de la tropa del General Justo José de Urquiza). El lugar está lejos de conservarse adecuadamente por tratarse de un espacio histórico al que las autoridades debieran proteger. Los vecinos manifestaron malestar y cansancio por la situación.
Cala: un lugar histórico
De nombre guaraní, este arroyo de vertientes desagua en el río Gualeguay. Bordeado por montes de algarrobos y ñandubayses, era el hábitat de los indios mbohanes. Según cuenta la historia popular, el indio Calá era un niño charrúa que jugando en las orillas de un arroyo, muy próximo a la localidad de Rocamora, desaparece y es buscado desesperadamente por sus padres que lo encuentran ahogado. Se dice que desde entonces por las noches se escucha una voz que repite «Calá, Calá, Calá».
El paraje Calá es doblemente histórico para Entre Ríos: allí, el general Urquiza estableció el campamento del ejército con el cual realizó la gloriosa cruzada libertadora entre Rozas y Oribe; allí también el general López Jordán organizó las tropas entrerrianas en abril de 1870, para luchar con las fuerzas nacionales que envió el presidente Sarmiento a título de intervención.
