El hallazgo de aguas termominerales llevó a un grupo de profesionales, empresarios y autoridades a trabajar para aprovechar, diversificar y compartir un desarrollo armónico con la zona. Para ello, se iniciaron acciones conjuntas entre los sectores públicos y privados, organizaciones intermedias y de la economía social.
“Basavilbaso aporta su recurso termal como factor disparador para todo el desarrollo de la zona, al tiempo que el emprendimiento estratégico pasaría a contar con el respaldo de una masa crítica de ofertas vinculada a equipamientos, productos y servicios capaces de sustentar su posición competitiva, y en este conjunto de factores el municipio impulsa una estrategia de grupo mediante un programa de desarrollo turístico productivo que integraría a las localidades vecinas”, explicó el arquitecto Marcelo Satulovsky del grupo MDI.
El programa fue diseñado por el Grupo MDI, el mismo que tiene a su cargo la comercialización del producto “CiudadSpa” de la Sociedad Anónima Termas de Basavilbaso.
Del encuentro participaron el diputado Julio César Aldáz; el presidente del Concejo Deliberante, Roberto González; la secretaria de Gobierno, Blanca Rossi; el Coordinador de Turismo, Juan Britch, y los directores de Termas de Basavilbaso Belinda Bochatay y Luis Michel.
Desde fines del Siglo XIX la ciudad de Basavilbaso, junto a su área de influencia fue foco de las colonias agrícolas, cuna del primer movimiento cooperativo agrario en América Latina y centro ferroviario vital de la mesopotamia. Pero debido al impacto de las políticas neoliberales de los 90, y la consecuentes caída de las economías regionales junto con la desactivación del ferrocarril, la llevaron a una paralización casi total de las actividades que constituían su base histórica, proceso que tendría su punto culminante años más tarde después del estallido social y económico del 2001.