Según consigna Canal Once Digital, el ex oficial principal de la Policía de Entre Ríos, Carlos balla, condenado a cadena perpetua por el crimen del escribano Rubén Calero rompió el silencio.
Actualmente tiene 53 años. El 2 de abril de 1996 fue condenado en fallo dividido a la máxima pena. Sus problemas de diabetes crónica hicieron hace siete meses que goce de prisión domiciliaria. Hace 10 años que está preso. Tiene tres hijos, de los cuales tres pertenecen a la Policía. Polémico, reconoció al programa “Nunca es Tarde” que se emite por Canal 11 que fue un policía duro.
“La enfermedad se origina en la cárcel. Por la situación de estrés permanente que ese lugar somete al ser humano, se fue agravando”, comenzó relatando sentado en el estudio de la radio que maneja junto a su hico en calle Leónidas Echagüe.
remarcó que estuvo casi 60 días en los calabozos de castigo en Gualeguaychú, que “son de total aislamiento y en los que ningún preso estuvo expuesto por más de 15 días, porque así lo establece la ley”, al tiempo que hizo hincapié en que “no permitían que me visiten mis hijos y después estuve dos años sin recreo”.
Al referirse a la causa Calero, enfatizó que la misma “está teñida de actividad política”. Cuestionó duramente a Hernán Orduna quien “era ministro de Gobierno y no una entidad dentro de la Justicia”, por lo que indicó que “no existe una antecedente histórico en la que un funcionario como él se haya entrometido de la manera en que lo hizo”.
Disparó que “Orduna lamentablemente se avino al poder y al decir de sus propios camaradas políticos sacó todo el enano fascista que tenía adentro y quiso ser más policía que los policías”.
Balla admitió que “creía que el Superior Tribunal de Justicia iba a corregir el error de la Cámara. No podía concebir en mi mente de funcionario policial un fallo de la naturaleza que me condena”, afirmó.
Aseveró que “a partir del proceso que se me convoca a la causa Calero, las secuelas han sido terribles, porque tengo toda la familia deteriorada, porque desde el punto de vista de la estructura familiar no existe”, aunque dijo no sentir rencor “hacia los responsables de esto”.
“Yo soy un investigador que investigué los casos más importantes de la provincia desde el 1970. Investigué todas las hipótesis cuando fui atacado siendo inocente y lo sustancial está aportado a la causa: Está determinado que el cadáver no es el cadáver”, enfatizó.
Finalmente, opinó que Bernardo Sibulofsky “no debió estar nunca como jefe de la departamental Paraná de Policía, porque no transitaba el estamento jerárquico y había una serie de situaciones que alteraban el normal funcionamiento policial”.