Bajo la lluvia, marcharon por Thiago

En la mañana de este viernes, se llevó a cabo la segunda marcha -esta vez desde el cementerio municipal hasta el edificio de Tribunales- en reclamo por conocer los hechos que finalizaron con la muerte de Thiago en el centro asistencial, la que sus padres suponen que se debió a una mala práctica de los profesionales que lo atendieron.

La persistente lluvia que cayó durante toda la movilización no fue mella para que unas 300 personas acompañaran a los papás del chiquito, Hugo Albornoz y Soledad Fister, que dudan de los resultados de la autopsia, tras la llegada –con gruesos errores en su encabezado- del informe. El gurisito fue internado el 10 de julio por una infección de ganglios y el 13 los médicos habrían anunciado que le darían de alta, pero tras la aplicación de una medicación, el pequeño se descompuso y falleció.

Fuera de Tribunales, los manifestantes esperaban la salida del fiscal Fernando Martínez Uncal, a cargo de la causa, lo que no ocurrió. Por eso, un grupo ingresó al edificio, donde protestaron batiendo palmas en la planta baja. Fuera, globos negros fueron colocados en las escalinatas, ante la mirada de empleados judiciales, municipales y transeúntes, muchos de los cuales sumaban su solidaridad por medio de palmas.

Según la necropsia, Thiago habría fallecido por un paro cardíaco provocado por una neumonía, debido a que su pulmón derecho se había llenado de pus, cuestión que rechaza su familia, debido al estado en que vieron al gurisito poco antes del fatal desenlace.

En su momento, desde el nosocomio se difundió un parte de prensa en el que la Dirección contó que Thiago, luego de una evolución favorable con el tratamiento ya instaurado, presentó una súbita descompensación por la que fue inmediatamente asistido por médicos y enfermeros, pero “sin respuesta a esto” el nene falleció.

En tanto, desde el Superior Tribunal de Justicia (STJ) anunciaron que “los resultados finales de estas pericias se esperan, de no mediar imprevistos, en aproximadamente 15 días”, y se adelantó que, “en el Protocolo de Autopsia, se rectifica el peso y talla del niño fallecido, corrigiendo así un error en la transcripción del informe original”.

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