El anuncio, realizado por la cartera de Salud vasca, aclararon que no equivale exactamente a una legalización de la marihuana, pero destacaron que es un primer paso para llenar el vacío legal en el que se mueven los consumidores. Y, en la práctica, además, sería el primer territorio que regula en qué circunstancias es legal producir, distribuir y consumir los derivados del cannabis.
El anteproyecto de ley que se está elaborando ahora, y que se espera que llegue ala Cámara vasca en los próximos meses, es el primero que anuncia una comunidad autónoma.
No es extraño que sea el País Vasco la comunidad pionera, puesto que fue allí donde comenzaron las asociaciones de consumidores de productos extraídos de la planta: clubes privados que gestionan plantaciones colectivas de cannabis para producir la marihuana y el THC que consumirán sus socios, que son quienes solventan las plantaciones a través de las cuotas.
“Es mejor ordenar que prohibir”, afirmó el viceconsejero de Sanidad vasco, que apuesta por regularizar prácticas “ya consolidadas”. “Ya existe un marco normativo”, añadió, además de que abogó por un consumo de cannabis de forma responsable y autorregulada, con toda la información sobre las consecuencias. Tras insistir con que lo que se busca es «no ser prohibicionistas”, el funcionario destacó que aunque no se ha decidido aún el detalle de esta nueva regulación, ya se están realizando estudios “técnicos y jurídicos” para sacar adelante el texto.