A través de un comunicado enviado esta tarde desde la Secretaría de Información Pública de la provincia, se indicó que el ministro Bahl sostuvo que en la tarde del 9 de diciembre «en una situación harto difícil y de mucha tensión en Concordia, algunos sacerdotes y el propio arzobispo de Concordia se ofrecieron con generosidad cooperar para facilitar el diálogo con los amotinados. El gobernador lo aceptó porque nadie desconoce que nuestro mandatario es un hombre de diálogo y porque la prioridad era recuperar la calma y la paz social en esa ciudad y en ese momento» expresó el funcionario provincial.
«Lo llamativo es que ahora se desconozca el componente extorsivo que obligó a firmar el acta. El padre José Zabaleta, en un determinado momento de esa tarde, me dijo personalmente que si el gobierno no otorgaba un aumento de 10 mil pesos ¡iba a haber un baño de sangre en Concordia!. O sea que ellos reconocían la presión sobre la que estábamos actuando y no solo la reconocían, sino que eran voceros de esa situación!, eso es la rigurosa verdad, y me parece que no se puede ahora decir con liviandad que no hubo presión, que estábamos en una situación normal o que estábamos hablando con bebes de pecho», enfatizó Bahl.
El titular de la cartera política señaló en referencia a otro de los párrafos del comunicado de los comerciantes que «por supuesto que el gobierno se hace cargo de garantizar la seguridad y el orden, por eso mismo ayer se pagaron los sueldos de las fuerzas de seguridad y hoy el aumento con actualización de los códigos de seguridad».
Por último, el ministro afirmó que «la enorme mayoría de los integrantes de la fuerza de seguridad de la provincia está firme en su puesto de trabajo, con la disciplina y los mandos jerárquicos en pleno ejercicio de sus responsabilidades».