La resolución firmada a principios de este año, autoriza a la firma R.P.B. S.A, responsable de Baggio, para operar en las instalaciones de la ex Pindapoy mediante una “Adecuación al uso” en el rubro “Elaboración de jugos concentrados, aceites esenciales y cáscaras deshidratadas”.
El documento enumera la “opiniones de las áreas competentes”, sobre las cuales se basa la decisión. En este sentido Obras Sanitarias establece, entre otros puntos, que la empresa “deberá construir una cañería alternativa de mayor diámetro a la existente, en un plazo no mayor a cinco años”.
Si bien allí no se especifica el tamaño de esa cañería, el ingeniero Rosales del EDOS manifestó en declaraciones periodísticas, que debería ser de 500 mm. De lo que se deduce, al menos la inconveniencia de que los efluentes industriales sean volcados a una colectora cloacal común, de un diámetro muy reducido (160 mm), preparada para recibir sólo el aporte de los usuarios domiciliarios.
Por su parte la Dirección de Saneamiento Ambiental establece en la resolución “que el efluente gaseoso no deberá generar perturbaciones ambientales ni molestias al vecindario”. En este punto es necesario aclarar que no existe un control de los gases por parte de la Municipalidad y, si bien desde la empresa niegan la existencia de efluentes gaseosos en el ambiente, los vecinos no opinan lo mismo. A tal punto que en virtud de sus reclamos, fue que se dio origen a esta investigación.