“Yo era la profesora a cargo que estaba con los alumnos en el salón el lunes pasado cuando hubo un desperfecto eléctrico”, cuenta. El tablero se encuentra en el salón donde los alumnos realizan la clase de pintura. De repente, hubo como “una explosión, una pequeña llamarada en el tablero porque se estaban quemando parte de los cables”, indicó Jiménez.
En el salón se quedaron a oscuras y a menos de medio metro del fuego había dos motos. Los alumnos tienen permiso para ingresarlas para evitar posibles robos en la vía pública. “Si el pequeño incendio hubiese continuado, no sé cuales hubiesen sido las consecuencias”, agregó.
“Los alumnos de inmediato se retiraron porque trabajan con pinturas que se disuelven con elementos combustibles. O sea que el peligro fue grande”. Las clases finalmente se suspendieron al día siguiente, y la medida de fuerza recién se levantó esta mañana. “Hoy la actividad es normal”, indicó.
La profesora señaló que los reclamos son por partida doble. “No solamente se está pidiendo un edificio nuevo sino que estamos trabajando con riesgos, ya sea eléctrico o de mampostería”, precisó. Esta mañana, las autoridades de la escuela esperaban a la empresa a cargo de la reparación del salón de clases. Asimismo, aguardan novedades sobre la construcción de un nuevo edificio en el mismo predio que ocupan actualmente.