La supuesta empresa “Noto Bus” propiedad de Carmelo Noto tenía como Nº de Cuit, no su documento sino el de una parienta suya (mujer) que hacía tiempo había cesado en sus actividades. Es decir, las facturas presentadas al municipio para cobrar el supuesto viaje, eran truchas. Ese es el primer descubrimiento que alienta la denuncia. Luego se descubrió que la dirección de la supuesta empresa era un descampado, posteriormente dieron con el vehículo que supuestamente hizo el viaje al sur (Neuquén y Río Negro) y cayeron en la cuenta que era imposible que ese colectivo recorriera más de 100 Km sin desarmarse.
El tribunal acusador está integrado por las camaristas Patricia Pérez, Susana León y Mariela Rojas.