En el oficialista Cambiemos dan por ya hilvanado el acuerdo con el Frente Renovador que lidera Sergio Massa, tras los recientes encuentros entre la mandataria y el tigrense, que se replicaron también en contactos entre altos dirigentes de ambas fuerzas.
Ese respaldo le alcanza a Vidal y a su ministro de Economía, Hernán Lacunza, para ver aprobados el plan de gastos y la ley impositiva, que requieren sólo de mayoría simple.
Sin embargo, el camino sigue minado en las conversiones con las distintas facciones del justicialismo, que en los últimos días apostaron a la estrategia de dejar de lado las diferencias internas y abroquelarse -ayer hubo un nuevo encuentro- para hacerse fuertes en sus planteos al Gobierno en materia de la letra chica del presupuesto y del reparto de cargos estratégicos (como la Defensoría del Pueblo y la vicepresidencia de Diputados).
Cambiemos necesita de los votos de al menos un sector del justicialismo -hoy está dividido en tres bloques en Diputados- para alcanzar los dos tercios necesarios para avalar el endeudamiento de mil millones pedido por Vidal.
Las febriles conversaciones persisten, pero en filas de Cambiemos el ánimo se había ayer endurecido e incluso no descartaron ante este diario la posibilidad de que el presupuesto salga sin endeudamiento, si no se destraba el escenario.
"Se quedarán sin endeudamiento para obras en un año electoral", desafiaron, a sabiendas de las terminales peronistas en las intendencias y con la estrategia de buscar fracturar el trabajo articulado de los justicialistas.
La incomodidad en el seno del oficialismo alcanzó además a los movimientos que desplegó en las últimas horas el Frente Renovador de Massa, con una conferencia de prensa para reclamar cambios en el proyecto de presupuesto provincial en pos de más fondos para municipios, como condición para avalar el plan de gastos en el recinto.
"En realidad necesitaba presentarse en los medios y mostrarse reticente, más como un mensaje hacia dentro de su propia fuerza; le preocupa la fuga de intendentes del FR", disparó un dirigente macrista.
"Está en una situación difícil, tratando de hacer equilibrio entre Mauricio Macri y Cristina de Kirchner", sostuvo otro hombre del PRO, en el marco del diálogo Cambiemos-FR para reeditar el acuerdo parlamentario bonaerense de 2016 que llevó a la presidencia de la Cámara baja al massista Jorge Sarghini y a la vicepresidencia al macrista Manuel Mosca, y que desde diciembre colocará a Mosca en el primer escalón, y a un massista en el segundo lugar.
