Aunque no hay casos de dengue, las autoridades están alertas

Quintana confirmó el sábado a la noche que la enfermedad se está “acercando” debido a que surgieron dos casos en Corrientes por primera vez. El Ministerio de Salud de la provincia expresó que no se ha detectado ningún caso en Entre Ríos (se temió por la aparición de un caso en Bsavilbaso pero resultó negativo) pero hay cuatro provincias que notifican casos autóctonos: Salta, Jujuy, Formosa y Misiones, a las que habría que agregar Corrientes. Por lo tanto, sugirió la adopción de medidas preventivas.
El funcionario expresó que hay posibilidades de coordinar la realización de una consulta domiciliaria para tener un índice nuevo de infectación. En abril de 2002, el ex-director del servicio de Epidemiología del hospital “Felipe Heras” Eduardo Taubas, señaló que, de acuerdo a los datos de una encuesta realizada en 2001, la infectación domiciliaria (encuesta larvaria), llegó a un índice del 7 %. “Cuando supera el 10 % ya se habla de mediano riesgo para arriba. Si nosotros en septiembre teníamos el 7 %, es probable que a esta altura tengamos mayor incidencia”, sostenía ese año.
Quintana expresó que la otra alternativa es distribuir larvicidas a los fines de controlar y/o evitar que las larvas de los mosquitos se propaguen. El médico describió al larvicida como “un polvito” que se arroja en los piletones o tanques de agua. El producto impide que las larvas se reproduzcan. En cambio, aseguró que una fumigación masiva es contraproducente. “Es muy cara y su acción es muy difusa. Puede generar problemas respiratorios en los niños”, señaló.
El único escenario en que el que sería indispensable una fumigación es que se haya detectado un caso positivo. “El protocolo dice que hay que fumigar 400 hasta mts. de distancia del domicilio, aislar el individuo para evitar que sea picado y el mosquito infecte a otros, poner mosquiteros, etc”.
Quintana también dijo que pondrá enfasis en que se realice una campaña masiva de prevención para que la gente elimine cualquier cacharro con agua, rellene los floreros con tierra. “Es dificil que la gente tenga en cuenta lo que se le dice, tiene que ver cerca la enfermedad para que se concientice”, sostuvo.
Justamente, la ex-secretaria de Salud del municipio, Marisa Tito, mencionó en 2002 que la campaña casa por casa para conocer el índice de infectación del mosquito “Aedes Aegypti” antes del brote en Brasil no era bien recibida. “La gente no nos atendía muy bien; nos mandaba a que rellenemos los baches pero después de la epidemia de Brasil que se hizo pública fue totalmente distinta la aceptación”, decía Tito. De todas formas, Quintana señaló que tampoco es válido generar una falsa alarma porque puede ser contraproducente y al gente termina “no haciendo nada”.

Factores de riesgo

Taubas informaba que en 2002 habían detectado casos del serotipo 1 pero no descartaba la existencia de virus del serotipo 2. “Esto es muy serio porque cuando empiezan a coexistir dos o más tipos de dengue, son cuatro en total, ya estamos en presencia no de los casos banales o inadvertidos de dengue sino que empiezan a manifestarse los casos de dengue hemorrágico que son casos muy graves, muchos de ellos mortales (20 o 25 %)”.
Uno de los factores de riesgo de la población es que Concordia ciudad de 140.000 habitantes concentrada, “con una condición de saneamiento ambiental no adecuada, a la vera de una ruta internacional, que comunica gente casi diariamente con zonas donde hay mucha actividad viral como es Brasil, Paraguay, Misiones y por supuesto nuestro clima”.
Taubas también señaló que el clima “se ha tropicalizado y esto hace que sea mucho más propicio la viabilidad del mosquito. Ya no existen aquellas famosas heladas de cuatro o cinco meses de frío intenso que posiblemente hacía desaparecer toda posibilidad de supervivencia de estos mosquitos”. El médico consideró que las condiciones climáticas hacen que de año a año en vez de desaparecer, se multipliquen los insectos.
González García, durante su viaje a Paraguay, señalaba justamente que «los insectos, moscas, mosquitos y vinchucas son extremadamente sensibles a los cambios climáticos. El viento, la temperatura y el régimen pluvial son factores decisivos en su distribución y abundancia», afirmó el ministro, cuando explicaba las causas del brote de dengue que afecta al vecino país.

Los síntomas

Los síntomas del dengue hemorrágico son comunes a cualquier cuadro febril: fiebre alta, dolor de cabeza, dolor retro-orbitario (detrás de los ojos). Pero Taubas señaló que hay dos características que son bastante especiales: una erupción morbiliforme que se distribuye fundamentalmente en la piel del tronco, del abdomen, a veces en los muslos, y el dolor. “Generalmente va acompañado de muchísimo dolor muscular, muchísimo dolor de hueso. En una época se le llamó la enfermedad rompehueso porque parecía que se le partían los huesos”, expresó el ex-concejal radical.
Taubas consignaba que el dengue hemorrágico justamente aparece cuando se desvanecen los síntomas. “O sea, a los cinco o seis días, cuando comienza a declinar la fiebre”. Aparecen hemorragias en las encías, manchas en la piel producto de pequeños hematomas y a veces vómitos sanguinolentos, dependiendo de la gravedad del cuadro.
El ex-concejal radical señalaba que el dengue hemorrágico tiene cura. “Se tratan los síntomas; se interna; hay que hacerle sueros, anticoagulantes y controlar muy bien porque lo más grave es la transvasación de sangre”. En caso de pérdida de suero, la cuestión puede terminar con “cuadros muy graves de insuficiencia renal y otras cosas”. Quintana dijo a su vez que se recomienda acudir al hospital ante la aparición de casos febriles.
El médico consignó que “un escenario con un brote de dengue difundido sería tremendo. Si nosotros llegamos a la conclusión que existe un caso de dengue de una persona que nos confirme que no se ha movido de Concordia, tenemos que sospechar que no se ha movido de Concordia”. En ese caso, sería evidente la presencia del virus circulante en la ciudad. “Habría mosquitos infectados y de ahí al brote hay un solo paso”. En esos casos, la municipalidad tendría que fumigar y controlar “los focos en varias manzanas a la redonda. Desplegar una “actividad muy intensa para matar a todos los insectos posibles”.
La ex-funcionaria de Orduna señaló que la prevención y se basa fundamentalmente “no en la actividad paternalista del estado de fumigar todo Concordia porque, por más que se fumigue, el producto no ingresa al interior de las casas”. Justamente, la larva del mosquito crece en el interior de las casas, en los patios porque tiene “hábitos peridomicialiarios porque se tiene que alimentar de la sangre de humanos”.
No obstante, la ex-titular de Salud expresó que una persona enferma en una ciudad donde la población de mosquitos es muy grande; “en una sociedad que no está concientizada a volcar los tarritos del fondo después de la lluvia va a ser totalmente diferente en una comunidad concientizada con poca población: vamos a tener un brote y no una epidemia”.
La titular de Saneamiento Ambiental, Lourdes Gamboa, también en 2002 señalaba que “la fumigación trae por ahí más problemas que soluciones”. Señaló que todas las fumigaciones son venenos. “No se pueden echar venenos en toda una ciudad para matar una especie. Desde ese punto de vista no es bueno; aparte puede afectar a las personas, a los inmuebles. Lo que se hace es tratar los focos”.
La responsable de Saneamiento sostuvo que los vectores son transmisores de enfermedades que “no se pueden erradicar totalmente ni se deben porque se controla y siempre se puede bajar la infectación, la cantidad de estos insectos pero nunca se puede eliminar totalmente”. Y por otra parte no se debe porque: “es un integrante de la cadena alimentaria de pájaros, ranas, alguaciles; no se puede interrumpir la cadena se produce un desequilibrio en la naturaleza”.

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