Aunque con una pena mínima un policía de Colón fue condenado por apremios ilegales

Fue condenado ayer el agente de la Policía de Entre Ríos Luís María Torrán, de la ciudad de Colón, quien fue encontrado responsable de los cargos de vejámenes en acto de servicio, hecho ocurrido en la madrugada del 1º de enero de 2007, donde resultaran lesionados dos jóvenes menores de edad. La Cámara Penal de Concepción del Uruguay le impuso una pena de un año de prisión condicional.
La semana pasada dio comienzo el debate en Concepción del Uruguay, ante el tribunal integrado por los vocales Fabián López Moras, Mariela Rojas de Di Pretoro y Alberto Seró.
En el debate se escucharon los testimonios de numerosas personas que estuvieron en esa oportunidad, de las cuales ninguna acreditaba las agresiones en el exterior del local bailable Mediterráneo, porque estas fueron efectuadas durante el traslado en el patrullero a la dependencia policial, salvo conocidos de las víctimas que estuvieron cerca. Por el caso, en esa oportunidad, los servidores públicos involucrados en la denuncia declararon que los adolescentes causaron daños a bienes del Estado, lo que dio inicio a una causa contra ellos, de la que finalmente fueron sobreseídos.
A raíz de la gravedad de los hechos, el jefe de Policía de ese momento, ordenó la instrucción de un sumario administrativo para todo el personal que estaba de guardia en esa oportunidad, al tiempo que ordenó el pase a disponibilidad de dos policías sindicados como los agresores.
Luego de la denuncia se instruyeron dos causas en la Justicia. La primera fue tras la denuncia de los padres de los menores contra Luís María Torrán y otros por el “supuesto delito de vejámenes en acto de servicio”.
Por esto, el agente Torrán fue procesado por apremios ilegales y pasado a disponibilidad. Además, se investigaba el supuesto delito de daños, a raíz de la denuncia de los uniformados, que finalmente no prosperó.
Ayer se avanzó con los alegatos del fiscal de Cámara, Diego Young y la defensa del imputado ejercida por el abogado concordiense Rafael Briseño.
El fiscal dijo: “Acá vinieron testigos que sostienen que hubo dos momentos de fricción, que sucedieron cuando los iban a esposar y otros que señalaron que hubo incidentes dentro del patrullero, donde realmente los golpearon estando esposados. De esto surge que fueron agredidos con golpes de puño, que terminaron con lesiones leves”, destacó, para marcar: “hubo en principio una lucha en el arresto, pero en realidad el problema sobrevino en el patrullero, donde los jóvenes recibieron un castigo innecesario ya que estaban imposibilitados de resistir, indefensos”. Por esta razón el fiscal señaló que se da por acreditado el delito, por lo que solicitó la pena mínima de un año de prisión y dos de inhabilitación.

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