El titular de la cartera de Gobierno expresó que la ordenanza fue instituida a causa de que un grupo de empleados “sostenían ellos que estaban enfermos, que realmente tenían un problema de alcohol y querían que el municipio los pueda asistir”. No sólo quienes padecen el vicio, sino sus propios compañeros de trabajo solicitaron que se haga algo al respecto. “Manifestaron que por ahí van con olor a alcohol” señaló.
El art. 8º de la ordenanza –Nº 33.169- establece que se creará un grupo de apoyo, “integrado por profesionales especializados, quienes atenderán las derivaciones respectivas y cualquier empleados municipal podrá solicitar voluntariamente los servicios de dicho grupo cuando lo considere necesario”. El grupo aún no está conformado. “Se va a tener que armar ahora, esto es muy reciente”, dijo.
A ese grupo se derivarán los empleados a quienes se le detecten “niveles de alcoholemia superiores a los normales” (artículo 5º). “Se pondrá en conocimiento del Departamento Ejecutivo quien lo podrá separar de sus funciones habituales”, expresa otro párrafo del art. 5º.
Otro de los objetivos, aunque no Francolini aseguró no tener constancias de que haya sucedido, es evitar accidentes de trabajo que involucren a personas alcoholizadas. En cambio, el intendente Juan Carlos Cresto señaló, a principios de mayo, que estaba preocupado por los choques. “En varias oportunidades, desde un chofer chocar con un camión municipal una casa, volver, dejar el camión guardado y retirarse totalmente alcoholizado hasta un chofer de ambulancia circulando alcoholizado con una botella de sidra”, ejemplificó.
Además, el art. 3º expresa que, en caso que un percance sucediese, el superior jerárquico o los empleados involucrados podrán solicitar un análisis del nivel de alcoholemia.
Debido a que aún no se formó el grupo que se va a encargar de realizar los controles, no se sabe que tipos de controles se harán. Si bien la Dirección de Tránsito cuenta con un alcoholímetro que puede ser utilizado, el artículo 4º menciona la “extracción de muestras” de sangre. En cambio, Francolini despejó dudas en cuanto a los lugares donde se recolectarán las muestras. “Va a ser para todo el personal”, sostuvo.
Los exámenes serán voluntarios. Pero a quienes se nieguen se les podría labrar un sumario. Esta posibilidad fue establecida en el artículo 7º, donde se establece que, a quienes se nieguen, “se dejará acta confeccionada por el personal involucrado en el control y ratificada por el Superior Jerárquico y de manera opcional por el delegado gremial y se comunicará al Departamento Ejecutivo”.
