Aún hay comerciantes que piensan que lo que está pasando ‘era lo que tenía que pasar’

Tofalo dijo que, en su caso con 60 años y 40 de experiencia en el rubro comercial, el 80 % de sus productos eran de origen nacional y el resto importado.  Hoy la proporción es la inversa: 85 % importado y 15 % nacional. Por ello, dijo que los empresarios, cuando ven un cambio de timón en la dirección del país, deben adecuarse a eso. Por ello cerró un taller de producción textil, luego hizo una inversión financiera, apostó una parte del capital de la empresa en Lebacs.  

“El pequeño empresario se tiene que transportar en un experto en finanzas también porque simplemente no alcanza con venir a trabajar todos los días y hacer lo que debe hacer como levantar la persiana, arreglar el local, mantenerlos en condiciones, comprar lo mejor posible, trasladar la compra a la utilidad y llegar al público con la mejor atención y el mejor producto posible, hoy no alcanza y hay que ser un experto en finanzas y tener mucho cuidado con endeudarse”, manifestó.

No obstante, admitió que no todos los comerciantes están preparados para afrontar este escenario. “Muchos lamentablemente quedan por el camino. Son pequeños empresarios que han apostado su vida a esta actividad y después no tienen la posibilidad de poder reincorporarse a esas actividades. Pierden el capital y hasta su casa de familia porque la ponen de garantía”, dijo.

 “Que haya un tratamiento especial para las pymes que son el motor principal de la economía, la principal generadora de mano de obra, las que reinvertimos en nuestra localidad, los que apostamos nuestra vivienda porque muchas veces la ponemos como garantía a nuestros proveedores y sobre las actividades financieras que financian nuestras actividades con tasas de más del 70 % anual cuando no hay actividad económica que pueda pagar ese costo”, señaló.  Pero, por el contrario, en los últimos años sólo ven medidas que benefician a las grandes empresas, exportadores de comoditties y al sector financiero.

“La situación de Concepción del Uruguay no escapa a la del resto de la provincia ni a la del resto del país, con matices. Estamos viendo cierres de comercios, de empresas constructoras que dejan centenares de empleados en la calle que no tienen la posibilidad de incorporarse a otros sectores”, dijo.

Muchas constructoras, dado el recorte de la obra pública a nivel nacional, han despedido cientos de personas. “Estos obreros no tienen la posibilidad de reincorporarse a otros sectores porque también la construcción privada está cayendo. Edificios que se estaban construyendo hoy están paralizados. Todo conspira contra el marco de desarrollo de las actividades comerciales”, señaló.

Además sostuvo que en los comercios tradicionales observan que se van desprendiendo de sus stocks. “Para afrontar los costos impositivos, los salarios, los alquileres. Van reduciendo también su capital. Eso los debilita aún más. Financieramente se van debilitando porque pagan altas tasas de interés. Tienen cheques rechazados propios y de clientes. Es un círculo vicioso que va en contra de un comercio que, todos sabemos a nivel nacional, es el principal generador de empleo lejos de cualquier otra actividad económica”, recalcó.

Tofalo señaló que la situación impacta notablemente en el comercio y en la cadena de pago del comercio que se transmite a sus proveedores.  “Se transforma en una situación de difícil reversión porque el panorama es que el poder adquisitivo de la gente no tiende a mejorar. La cadena de cobranzas se ha cortado y hay muchos cheques rechazados. Y la tendencia es a la profundización de esta realidad porque el salario del cliente apunta a reducirse aún más porque los servicios, los combustibles siguen aumentando. Entonces, no hay vista de que se vaya a recuperar”, dijo.

“No hay ningún indicador económico que pueda llegar a inducirnos de que pueda llegar a inducirnos de una sospecha siquiera de que se pueda recuperar los salarios, siguen aumentando la alimentación, las cuestiones básicas y necesarias del consumidor”, señaló.

 Tofalo señaló que buscan la unión con los centros comerciales de otras ciudades. Si bien están agrupados a nivel nacional en la Came (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), a nivel provincial están divididos. “Más allá de eso, la gran mayoría estamos en la Came y a través de la Came realizamos nuestras propuestas”, dijo.

Además, dijo que la única salida es la recuperación del salario y del mercado interno. “Con el aumento del dólar algunos exportadores están viendo grandes ganancias, pero no se derrama sobre el resto de las actividades. Normalmente lo que se exporta son commoditties sin valor agregado lo que no genera un efecto multiplicador económico como debieran generarse cuando se exportan productos con mano de obra agregada”, sostuvo.

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