Al analizar estrictamente los costos y las razones del aumento exorbitante que han tenido que pagar los argentinos en la góndola por la yerba mate, culparon, en primer lugar, a los costos financieros, y a la necesidad de tomar créditos para comprar con anticipación, al tratarse productos estacionales, con elevados gastos e intereses.
Según los representantes del sector, razonablemente un kilo de yerba mate término medio no podría estar en la góndola a un precio superior a $ 21,50 o 22. Entre las preguntas concretas de Rogel acusaron por la distorsión de precios a las grandes cadenas de distribución que están en proceso de acumulación de stock y la remarcación de un producto con aumentos que no tienen ningún tipo de justificativo, puesto que a los $ 21,50 o 22 están ya calculados el 35 % razonable que se le puede aplicar a la comercialización.
El diputado sostuvo que “evidentemente la política de control de precios no puede ser efectiva presionando sobre los sectores que producen como ha ocurrido hasta ahora por parte de la Secretaría que conduce (Guillermo) Moreno”. “El Estado –concluyó Rogel– sabe perfectamente que los costos más factibles de calcular y verificar son los que tiene el producto hasta que sale, en este caso de la planta, o de cualquier fábrica”.
Por último, el legislador radical dijo que convinieron con el presidente de la Comisión, el diputado Mario Barbieri, del radicalismo, que ese cuerpo “va tener un estricto protagonismo en cuestiones coyunturales como ésta, pero también un celo en lo que haga a la defensa de los usuarios y los consumidores, deteriorada producto del proceso de privatización y de la falta de control que ha habido desde el año 90 hasta la fecha”.