Desde la ATER se hizo conocer que, por medio de la resolución 238/2014, se creó el área de auditoría interna con dependencia directa del director ejecutivo de la ATER, Marcelo Casaretto, en la que se designaron profesionales del organismo con muchos años de antigüedad. La respuesta vino luego de notas periodísticas que hablaban de “suspicaces designaciones” en el organismo.
También aclararon que el departamento se encargará de controlar procedimientos internos llevados a cabo o ejecutados en las diferentes áreas de todas las direcciones del organismo, como así también de proponer la implementación de nuevos procedimientos que se entiendan necesarios. El área se abocará a lograr a automatización del control, o solicitar informes de gestión (puntuales o amplios) a fines de realizar controles cruzados.
En definitiva, el departamento se abocará a mejorar los procedimientos del organismo, proponer nuevos, realizar auditorias correctivas, proponer nuevos controles internos, con el fin de mejorar el funcionamiento de la ATER; en todos los casos se actuará en planes de auditoria programadas en coordinación con el Tribunal de Cuentas de la provincia.
El departamento está integrado por profesionales de distintas especialidades que han cumplido con diferentes funciones dentro de la ATER y su tarea se remite a acciones de acuerdo a las facultades dadas por la resolución de origen. De ninguna manera pueden superponerse, ni complementar su tarea con otro organismo que no sea la propia ATER y menos aún intervenir en alguna investigación judicial.
Por último desde la ATER se ratificó que en la causa por fraude en las compensaciones tributarias que investiga la justicia entrerriana, el organismo aportó en su momento todas las pruebas documentales sobre la denuncia que realizó el propio Director Ejecutivo y con posterioridad, se aportó toda la documentación y pruebas requeridas por el Poder Judicial.
