ATP: una soga para rescatar a comercios, clubes y hoteles

El dinero de los ATP es depositado directamente en la cuenta bancaria de los empleados.

Analía D´ambros, propietaria del hotel Florida, indicó a DIARIOUNIO que tramitaron dos ATP. Se trata de los correspondientes a  abril y mayo. Mientras que el de abril se liquidó el mes pasado, aún no hay noticias acerca del que corresponde al quinto mes de año.

La dueña del hotel sostuvo que sus empleados están esperando que les depositen en sus cuentas la mitad de mayo. Se trata de una suma consistente en $ 16.800 para los sueldos más bajos y $ 18.0000 para los más altos. En el hospedaje trabajan cinco empleados de entre 30 y 9 años de antigüedad.

En estos momentos, D´ambros aseguró que están con licencia pero remunerada. Al 50 % de ATP la dueña le añadió un 25 % más para llegar al 75 %. La mujer sostuvo que de otra manera hubiera sido imposible abonar los sueldos. De hecho, desde el 19 de marzo los hoteles están cerrados. Y si bien fueron habilitados hace tres semanas, sólo es para viajantes. “Tuve siete viajantes en dos semanas”, indicó.

Con ese volumen de pasajeros, también sería “imposible” seguir pagando la totalidad de los sueldos. Y a ello hay que añadir que tuvo que bajar la tarifa sino no hibiese llegado nadie. Antes una habitación costaba $ 1500 la noche con el 21 % de IVA y ahora vale $ 1300 con el mismo porcentaje impositivo a pesar de que todo subió.

D´ambros  sostuvo que estaba contenta porque estaba al día con sus empleados a pesar de que hasta ahora el gobierno no depositó la mitad de mayo. Y admitió que en realidad para los no empleados quizás no sea “una disminución del sueldo” demasiado importante dado que no deben gastar en combustible para el transporte como el auto o la moto. “Tal vez pueden hacer otras actividades”, dijo.

Mientras tanto, la propietaria trabaja en soledad. “Hay que mantener un edificio cuatro pisos”, dijo. Mientras tanto, espera que se restablezca de a poco la actividad ya que “no ayuda casi en nada los viajantes”, confiesa. “Si Dos quiere vamos a salir”, recalcó Analía quien sostiene que está encerrada desde tres meses haciendo el máximo sacrificio para seguir con las puertas abiertas.

Laboratorios

En el laboratorio “Vallory”, ubicado en calle San Martín, a media cuadra del Sanatorio Garat, debieron cerrar sus puertas el 20 de marzo pasado. Estuvo cerrado dos semanas: solo se atendían las urgencias. El 1° de  de abril recién comenzaron con una atención restringida pacientes justificados.

Pero en abril no había mucho movimiento dado que se cayó el trabajo al 65 % aproximadamente. “Tenemos 16 empleados y tres directores”, dijo Jorge Vallory, el propietario del laboratorio. Con una reducción del 35 % en el volumen de análisis diario, era imposible alcanzar a cubrir los sueldos. “Trabajamos sin mucho margen ni muchas reservas”, dijo el bioquímico.

En primer lugar, hablaron con los empleados para realizar una reducción horaria. En consecuencia, en mayo realizaron una reducción horaria del 30 % de común acuerdo. En ese momento, salió la ayuda del Estado cubriendo el 50 % de los salarios. “Pensé que era muy difícil”, dijo Jorge.

No obstante, el 15 de mayo, cada empleado recibió en su cuenta bancaria el 50 % del sueldo. Por ello, decidieron levantar la reducción horaria y pagaron el 100 % de los sueldos: el 50 %  restante lo aportó el  laboratorio. En números redondos: el Estado aportó $ 360.000 de un total de $ 720.000 que cuestan el pago de salarios en forma mensual.

“Ahora nos anotamos para recibir lo de mayo pero todavía no hemos recibido nada”, indicó el bioquímico. No obstante,  admitió que  mejoro sensiblemente el trabajo con la flexibilización de la cuarentena. En la primera quincena de mayo, la  caída del trabajo fue menor: de un 65 % en abril pasaron al 40 %. Y ahora, en junio, al 20 %. De todas formas, Vallory admitió que anda menos gente y la capacidad de atención debieron disminuirla dado que antes podía atender con la sala de espera llena y ahora, en los dos locales pueden hacer esperar a dos y tres personas respectivamente y tienen una sala de atención para una persona más. El resto debe aguardar en la calle

Por otra parte, remarcó que tramitaron el bono para el personal de salud de $ 5.000 que fue tramitada por el gremio ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina). En el laboratorio a veces reciben muestras sospechosas de covid-19. Finalmente lograron que los 16 empleados del laboratorio cobrasen los $ 5.000 la semana pasada.

“Pienso que hay que acostumbrarse a vivir con el Covid. En Concordia venimos demasiado bien, va a aparecer algún brote pero en los lugares chicos, y con buena participación de la gente, se busca, se  hacen la  determinaciones. No son tanto los casos en la provincia. En Colón es lo más bravo pero la están peleando”, admitió Vallory.

Comercio

A fines de mayo pasado se habilitaron los comercios en Chajarí. Tras dos meses, los comerciantes pudieron volver a abrir sus puertas. De inmediato, en algunos rubros la reactivación se sintió de inmediato y comenzaron a vender todo lo que no habían podido esos 60 días. “Los primeros días es como que se vendió muy bien porque como que la gente, yo estoy en un rubro especial que es bebés y niños, eso sí o sí tenés que comprar. Capaz uno no se compra ni una camiseta pero a tu hijo le tenés que comprar porque le queda chico el pantalón”, indicó Alejandra Ribulgo, propietaria de Caramel, una tienda de ropa ubicada en calle Urquiza de la “ciudad de amigos”.

Pero la reapertura se produjo después de 60 días de parálisis comercial, exceptuando algunos días en que trabajaron bajo la modalidad de ‘delivery’. “Era bastante difícil pero algo ayudó”, dijo. “Yo recibí un poquito más del 50 % por mis tres empleadas”, dijo. “Una vez recibimos. Y yo les pagué aunque estábamos cerrados, tenía unos ahorritos y se los pague enteros”, dijo en referencia a abril. “Tenía un resto de la temporada: había alcanzado a comprar algo pero tenía plata guardada y use esa plata para pagar”, indicó.

Una empleada gana cerca de $ 40.000 porque tiene antigüedad, y le llegaron $ 22.000 a la cuenta. “Y les llegó directamente a ellas, a su CBU (Clave Bancaria Uniforme). Fue una gran ayuda para mí: una súper ayuda”, dijo. De lo contrario, hubiese tenido que solicitar un préstamo. “Si se repetía otro mes cerrado, se me iba a complicar bastante”, expresó.

No obstante, la venta se frenó un poco. “Ahora después cuando comenzaron a haber casos en Chajarí, en Villa del Rosario, que está todo muy cerquita y mis clientes  son todos de esa zona. Es cómo que ahora se frenó; es como que la gente tiene miedo. Si no es muy necesario es cómo que no salen; se vende sí pero no en  relación con otros momentos”, manifestó. En estos momentos, trabajan seis horas; tres de mañana y tres de tarde. Pero les liquida las ocho horas.

En Concordia, Daniel propietario de la juguetería Zero, ubicada en la peatonal, respondió a la consulta de DIARIOJUNIO señalando que tiene siete empleados. Cuando comenzó la cuarentena, el primer mes pagó los sueldos de su bolsillo mientras que más adelante recibieron los ATP en dos oportunidades. De esa forma pudo pagar la mitad del sueldo de su personal. La asistencia fue de mucha ayuda de la misma forma que remarcó que se “portaron bien” al permitirle abonar el 50 % del alquiler mientras estuvo cerrado el negocio.

En tanto, sostuvo que ahora tiene algunos inconvenientes para aprovisionarse de mercadería porque algunas fábricas en Buenos Aires están cerradas y otras trabajan al 50 %. Al menos, Daniel remarcó que ahora trabaja más que antes de la cuarentena, “Los chicos están en la casa porque no van a la escuela y los padres compran más juguetes para tenerlos tranquilos”, admitió

Clubes

Tras el cierre por la cuarentena, el 20 de marzo, los clubes dejaron de percibir un porcentaje en mayor o menor medida de las cuotas de los socios en muchos casos. Gonzalo Almarza, responsable del Concordia Tenis, dijo que el club tiene 160 socios aproximadamente. En el club tienen dos cancheros de medio turno.

“Pedimos que dentro de las posibilidades de cada socio que sigan pagando las cuotas”. Dijo. “Hemos tenido un nivel de pago del 40 % más o menos que nos permite pagar la factura de la luz (el único consumo es la bomba de riego), los sueldos y las cargas sociales. Para los sueldos hemos tenido la ayuda de la Anses”, indicó Almarza. “Dentro de todo la vamos llevando”, dijo.

Desde hace una más de una semana, se habilitaron los deportes individuales. Entre ellos, el tenis. En el Concordia Tenis estaban esperando la reapertura dado que sabían que los socios estarían “desesperados” por jugar. No obstante, saben que no es la temporada fuerte como el verano cuando se juega hasta tarde. “En épocas de frío, a la noche es bastante poco frecuente que la gente vaya  a jugar”, dijo Almarza.

 

Autor: Guillermo Coduri

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