El dirigente explicó que la medida de fuerza será de 48 horas, 7 y 8 de julio, con movilización. El reclamo es por “la recomposición salarial y el pase a planta”.
El paro, previsto en un primer momento para los días 16 y 17 de junio, fue pospuesto por la conciliación obligatoria que había sido dictada en el sector salud. Respecto a dichas negociaciones, Otaño contó que “había quedado en el aire lo que podía ser un incremento para el sector de salud, que finalmente se frustró, y el gobierno sacará un decreto para unificar criterios con respecto a la distribución del arancelamiento, que para nosotros no es salario, sino que está en negro y es fluctuante”.
El gremio busca además que se termine “con la precarización laboral, que alcanza a 5 mil trabajadores”. Según explicó, “no son los 137 que anunciaron que van a ocupar los cargos, porque esos son cargos que ya están creados. Lo que tienen que hacer es aprobar un mayor presupuesto para darle estabilidad y planta permanente a los que tienen cuatro años”, sostuvo.