En octubre del año pasado comenzó el proceso electoral de renovación de todas las autoridades de la UNER. Se eligieron nuevos decanos y vicedecanos en cada una de las facultades. El proceso concluirá el sábado 24 de abril, en Villaguay, donde se reunirá la Asamblea Universitaria que está conformada por 194 asambleístas, 162 de los Consejos Directivos más 30 representantes del Consejo Superior. La Asamblea debe elegir al rector y vicerrector para el período 2010-2014. Los tres candidatos a suceder a Asueta son: Miguel Fernández (Concordia), Jorge Gerard (Concordia) y María Laura Méndez (Paraná). El ganador asumirá el 109 de mayo.
Asueta viene de dos períodos consecutivos al frente de la Universidad. Fue electo por primera vez en abril de 2002 y reelecto en 2006. El estatuto de la Uner establece que sólo puede haber una reelección, tanto para los decanos y vicedecanos como para los rectores y vicerrectores.
Trazando un balance, el rector saliente destacó el crecimiento de la calidad educativa. “Quisiera destacar el crecimiento de la propuesta académica. Ha habido una gran diversificación no sólo en carrera de grado y de posgrado sino también en el máximo nivel del prosgrado, el doctorado que es la UNER antes no había ninguno y ahora hay tres”, recalcó.
También subrayó las nuevas propuestas educativas. Como ejemplo, citó la Licenciatura en Turismo que comenzó a dictarse en Concordia. “Es una carrera binacional (en conjunto con la Universidad de la República de Uruguay) que permite formar una masa crítica en especialistas que puedan promover el desarrollo del turismo en esa zona que tiene los recursos pero le falta un grado de desarrollo importante que permita que esos recursos se transformen en alternativas para las demandas del turismo moderno”, dijo.
En Chajarí se implementó la Licenciatura en Comunicación Social que, en realidad, siempre se dictó en Paraná. “Pero hay mucha gente en esa región y no hay una propuesta académica de esa naturaleza cerca, hicimos un convenio con la municipalidad de Chajarí para poder dictarla allí”, indicó Asueta.
Entre las cuestiones que entiende quedaron pendientes de su gestión. En ese sentido, manifestó que si bien el cursado en la UNER es gratuito porque se trata de una universidad pública “no todos pueden lograr ingresar”. El motivo más importante es la falta de recursos económicos para trasladarse a las ciudades donde se dictan las carreras. “Queremos que haya mayor igualdad de oportunidades y que puedan tener acceso todos aquellos que quieran estudiar”, manifestó Asueta. “Hoy el mundo requiere una formación realmente importante para acceder a los puestos de trabajo y es necesario que muchos más ciudadanos puedan acceder a carreras universitarias”, añadió.
Para ello se requiere el mejoramiento de las condiciones socio-económicas de todas las familias. “Todavía hay un alto grado de pobreza y de exclusión en nuestro país. Falta una mejor distribución del ingreso”, señaló. No obstante, se trata de una cuestión que excede completamente a la Universidad.
De todas formas, desde la UNER analizan la implementación de Ciclos Básicos comunes para que los alumnos puedan cursar el primer año en su ciudad de residencia para después terminarla en otra localidad. “El primer año es el más traumático, que implica el desarraigo de los jóvenes por tener que vivir en otra localidad, alquilar una vivienda, el problema de la alimentación, etc.”.
Por ejemplo, un estudiante de Concordia puede asistir durante un año al Ciclo Básico que se dicta en la Facultad de de Alimentos y posteriormente trasladarse a Oro Verde para seguir Ingeniería en Ciencias Agronómicas o Bioingeniería y viceversa. “Es un año de maduración para darse cuenta si eso es lo que le gusta”, añadió.
Otra alternativa es la educación a distancia. La próxima semana la UNER presentará una Maestría en Desarrollo Local Sustentable. “Es una carrera de posgrado que se hace totalmente virtual por lo cual vamos a tener alumnos de distintos países que se van a graduar con títulos que van a ser expedidos por la Universidad de Córdoba, La Plata y la UNER. Es un proyecto conjunto que estamos realizando las tres universidades públicas del país”, explicó el rector.
Cantidad de Alumnos
Asueta sostuvo que hubo variaciones en el ingreso de estudiantes a lo largo de los ochos años en los que estuvo como rector. “Ha habido un fuerte crecimiento especialmente en el período en que se produce la gran crisis económica 2001, 2002, 2003”. Comparados 1999 con 2003, se duplica la cantidad de alumnos. En cambio, de 2003 en adelante, el crecimiento es mucho más leve, incluso con un amesetamiento. Asueta explicó las razones. “Creo que una de las razones es que la reactivación económica del país que hace que muchos jóvenes encuentren trabajo. Por otro lado, la oferta académica se ha venido multiplicando con distintas propuestas”, precisó.
Incluso, dentro de las mismas Facultades hubo comportamientos diferentes. En Concordia, “Alimentos ha tenido un crecimiento porcentual mayor que Administración en el último año”, puntualizó.
Deficiencias en el secundario
El rector saliente sostuvo que los porcentajes de deserción de los estudiantes que se produce en los primeros años son muy fuertes. “Estamos implementando una serie de acciones como poner tutores en los primeros años para que haya un mayor contacto con el estudiante para conocer más de cerca cuales son las dificultades que presentan para tratar de allanarle el camino y retenerlo”, indicó.
Una de las causas es la mala formación que traen a la universidad, dificultades en el manejo de bibliografía y los cambios de los planes de estudio de la secundaria. Asueta, docente de Ciencias Económicas, remarcó que la desaparición de la Comercio como tal implicó la pérdida de la formación de los peritos mercantiles.
“Recibir a un estudiante de una escuela secundaria para una carrera de ciencias económicas hoy implica prácticamente partir de cero. Como peritos, cuando ingresábamos en la Universidad, ya sabíamos hacer balances. Hoy eso no se da y eso implica readecuar los planes de estudio, los contenidos de las materias de primer año para absorber ese déficit”, explicó.
Presupuesto reducido
“La UNER está mal presupuestariamente”, admitió. El análisis del crecimiento de los recursos que ingresar a la universidad demuestra que hubo una ampliación importante, pero cualitativamente se destinó casi todo a mejorar el salario del personal docente y no docente. “En toda la década infame del neoliberalismo se provocó el congelamiento del salario docente y eso hizo que quedaran totalmente relegados respecto del poder adquisitivo”, manifestó. Por eso existen déficits fuertes en equipamiento, gastos de funcionamiento, etc.
La posibilidad de mejorar las cuentas es una: “decisión política que los representantes del pueblo deben tener”. “Cuando hablan de educación y de la importancia que tiene, si no ven que la Educación es una inversión porque, en sí, es un bien social; se irradia a toda la comunidad; se desarrolla el espíritu crítico; desarrolla la responsabilidad democrática de todas las personas; favorece a las organizaciones, a las empresas. Debe ser una política de estado que todos los partidos debieran asumir”, expresó Asueta.
Fondos de la Minera
En septiembre de 2009, la UNER resolvió aceptar los fondos provenientes de la mina La Alumbrera. La decisión generó mucha polémica porque la explotación de minas a cielo abierto contamina el ambiente con gran cantidad de residuos sólidos con metales pesados y otras sustancias tóxicas. Asueta explicó que la aceptación de los fondos no se debe a la necesidad económica.
Los excedentes provienen de lo que producen una empresa pública llamada por YMAD (Yacimientos Mineros Agua de Dionisio). “Se los ha aceptado porque hay una ley que establece que los recursos que provengan de la explotación de estas minas deben ser distribuidos en todo el sistema universitario. No es una donación”, dijo.
Como no se trata de una dádiva que pudiese establecer un compromiso: “nosotros no tenemos las manos atadas como para denunciar cualquier violación al medio ambiente y por lo tanto no compromete la autonomía de la Universidad ni la opinión de lo que pueda ocurrir con estas explotaciones”.
“Desde ya decimos que el Estado es el que tiene el poder de policía para controlar que esto se lo haga con políticas sustentables y si hay alguien que viola el medio ambiente debe ser sancionado con todo el rigor de la ley”, argumentó. En el Consejo Interuniversitario Nacional, que reúne a los 40 rectores de las universidades públicas argentinas, se conformó una comisión para que los especialistas puedan aportar sus conocimientos acerca de las explotaciones a cielo abierto.
La candidatura de Gerard
Uno de los candidatos a rector, Jorge Gerard, durante los años 1980 y 1984 (época del Proceso) ejerció el cargo de Secretario Académico de la Facultad de Ciencias de la Alimentación. El dato generó una serie de correos electrónicos anónimos contra su postulación. Asueta consideró que las objeciones fueron anónimas y no vio ninguna firma de alguna persona “que se haga responsable de lo que allí se imputa”.
Gerard fue profesor por concurso ordinario de la universidad. “Para ser profesor por concurso ordinario, el Consejo Superior analiza si hay alguna impugnación. En su momento, cuando el lo fue, hubo impugnaciones y fueron analizadas por la Justicia”. La Justicia las desestimó y Gerard pudo ser profesor ordinario y decano por tres períodos en Alimentos. “Entiendo que no tiene ningún impedimento y si alguien lo tiene se podrá presentar en la Justicia”, manifestó el rector.