“En el cuento de Andersen, unos embaucadores estafan al Emperador vendiéndole vestidos que no existen y diciendo que solo los tontos no pueden verlos. Los cortesanos aplaudieron la belleza de lo que no veían, pero el pueblo se rió al ver al Emperador desnudo por la calle. En la Argentina vivimos algo similar: los sectores concentrados compraron un modelo que no los viste y fueron a buscar al Estado para tapar su desnudez, ante la risa del pueblo que los ve recorrer un camino que antes vilipendiaban”, consignó Loggio.
“La política de acompañamiento a las empresas en medio de la pandemia que ejecutaron el Gobierno nacional y provincial, desnudó las falacias ‘meritocráticas’ que durante muchos años cierto sector del empresariado, sobre todo el más concentrado o ligado a la fuga de capitales, puso como elemento ordenador de la sociedad”, sostuvo el legislador.
“Ver a adalides de la libertad de mercado, que postulaban hasta ayer nomás el ‘sálvese quien pueda’ del mercado como panacea de la organización social y de la construcción económica, recurrir a herramientas proactivas del Estado para mantener en funcionamiento amplios sectores de la economía, debe servirnos a todos los argentinos para comprender que ese modelo que pregonaban ni siquiera los incluye a ellos, los que pretendieron ponerlo en marcha”, agregó.
“Los fanáticos del libre mercado y del liberalismo buscan al Estado cuando les conviene. Fueron a pasar la gorra. Lo que pretenden y ocultan, en definitiva, es que el Estado los atienda a ellos y sólo a ellos y no a la inmensa mayoría de argentinos que, fruto del plan sistemático de expoliación financiera que ejecutaron, tienen serias dificultades para poner el pan en la mesa”, concluyó.
