Asesinado a golpes a plena luz del día sin que nadie interviniera para detener el ataque en Civitanova Marche, puerto turístico en la costa del Adriático, la familia de Alika Ogorchukwu, exigió justicia, mientras decenas de migrantes protestaron por el crimen.
La policía arrestó este viernes a un hombre italiano, que al parecer sufre problemas psiquiátricos, después de que las imágenes de video del ataque circularan ampliamente en los sitios web de noticias y las redes sociales italianas, lo que provocó indignación por la brutalidad.
«¡Queremos justicia!», han coreado los migrantes africanos en el mismo lugar en el que el nigeriano Ogorchukwu fue asaltado y agredido hasta la muerte en una de las calles más importantes de la localidad de Civitanova Marche.
Allí hay ramos de flores y carteles en recuerdo del inmigrante fallecido, informa la prensa italiana.
«Las disculpas de Filippo Claudio Ferlazzo (al autor del crimen) no bastan. Ahora solo necesitamos justicia, no venganza. Es difícil llegar a comprender lo ocurrido», declaró a los medios al abogado de la familia de la víctima, Francesco Mantella.
Alika Ogorchukwu, nigeriano de 39 años, con mujer y un hijo de 8, murió en la tarde del viernes a manos del italiano Ferlazzo, de 32, que le golpeó con su propia muleta y después le mató en el suelo del centro de la ciudad, a plena luz del día.
Asimismo, se produce cuando Italia está entrando en una campaña electoral parlamentaria en la que la coalición de derecha ya ha hecho de la migración un problema.
«El asesinato de Alika Ogorchukwu es consternado», escribió en Twitter Enrico Letta, ex primer ministro y líder del Partido Demócrata de izquierda, nombrando al vendedor que murió el viernes.
El líder derechista Matteo Salvini, que está haciendo de la seguridad un elemento clave de su campaña, también expresó su indignación por la muerte y dijo que «la seguridad no tiene color y… debe volver a ser un derecho».
Ogorchukwu recurrió a la venta de productos en la calle después de que lo atropellara un automóvil y perdiera su trabajo como obrero debido a sus heridas, dijo Daniel Amanza, quien dirige la asociación ACSIM para migrantes en la región de Marche. provincia de Macerata.
