Asco y tristeza

La tristeza es después, o simultánea, cuando se repara en que las imágenes son dinámicas pero la foto está congelada en lo que este gobierno significa. Y estuvo congelada desde que asumió, porque absolutamente nadie puede decir que se llama a sorpresa. Hasta podría pensarse en tantas cabezas del macrismo que, ahora mismo, están sacando la cuenta de lo bien que paga esta actitud de firmeza en -por lo menos- el núcleo duro de su electorado adicto. No hay errores, no hay excesos. Para el Gobierno, es así como se contribuye a fortificar la campaña.

Todavía, sin embargo, uno quiere pensar que episodios como el de hoy a la mañana pueden marcar un límite de cara a gente que permanece adormecida. Todavía.

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