Los representantes de la Asamblea de Gualeguaychú fueron invitados por la Coordinadora Ambiental de Mercedes, a participar de la exposición del periodista Víctor Bacchetta, quien expondrá los resultados de sus investigaciones sobre Stora Enso, en Bahía. En la invitación que se remitió a los entrerrianos se califica dichos resultados como “altamente negativos” y se los convocó a “compenetrarse de los peligros a los que estamos expuestos”.
Según afirmaron los organizadores del encuentro, la planta brasileña de Stora Enso “tiene parecidos y similitudes técnicas con la ya instalada por Botnia en Fray Bentos”, lo que incrementa el interés de los argentinos.
Esta será la segunda vez que los manifestantes cruzan la frontera. La experiencia anterior fue hace dos semanas, cuando se trasladaron a Fray Bentos para participar de un acto en respaldo a las víctimas de las inundaciones y terminaron protagonizando una manifestación frente a la puerta de Botnia junto a los integrantes de la Coordinadora de Mercedes, los mismos que los invitaron a concurrir mañana a la capital sorianense. En esa ocasión, el retorno a Gualeguaychú fue demorado por los trabajadores del puente internacional, que realizaron un “contrapiquete” de una hora para impedir su regreso. La Policía logró convencer a quienes cortaban el paso para que los dejaran cruzar, respetando el derecho de libre circulación de los argentinos.
Pese a las dificultades encontradas cada vez que trasladaron su lucha a Uruguay, los asambleístas están dispuestos a continuar la búsqueda de alianzas y a permanecer en el campamento de Arroyo Verde “hasta que Botnia se vaya”. Prueba de ello es que comenzaron a construir un refugio de 14 por 6 metros, con capacidad para 160 personas, con el objetivo de realizar allí las asambleas y ofrecer a los manifestantes un lugar donde permanecer. La construcción se suma a las precarias cinco “habitaciones” establecidas a partir de un ómnibus abandonado y casillas térmicas donde hay camas para quienes pasan la noche. “Es una manera más de decir que continuaremos con nuestro reclamo. Mientras Botnia siga allí, nosotros no nos vamos”, afirmó Pouler en declaraciones al diario uruguayo Últimas Noticias. Sin embargo, admitió que “la gente tiene un desgaste tremendo. Estamos todos muy cansados y nos resulta difícil conseguir gente para trasladarnos a otros lugares”.
Además, el dirigente señaló que en Arroyo Verde hay cada noche entre 8 y 15 personas que se turnan para mantener el cuidado del puente y definir si se deja pasar a alguien. De ese “aguante” surge la experiencia de que “los uruguayos que quieren pasar siempre tienen un motivo valedero. Tenemos que reconocer que el uruguayo es respetuoso siempre, en cambio, los argentinos arman quilombo”. Si bien entienden que la medida “perjudica al pueblo», los ambientalistas sienten que “no podemos hacer otra cosa para que el gobierno nos escuche” y por eso están dispuestos a “seguir hasta que Botnia se vaya”.