Los manifestantes cortaron por más de cuatro horas dos de los cuatro carriles de avenida Santa Fe entre Suipacha y Esmeralda. Estaban custodiados por una treintena de policías de la Federal, que les impidieron asar unos 600 chorizos que traían “para completar la picada”.
El asambleísta Javier Villalba precisó que compartieron “una especie de fogón: una canción, una palabra, una poesía, algo que normalmente se hace en nuestra zona y que nos arrimamos todos para que los finlandeses vean, de alguna manera, la sensibilidad del pueblo de Gualeguaychú”.
Los manifestantes improvisaron un escenario frente al edificio donde colgaron unos sábalos; mientras asambleístas vestidos con ropas típicas interpretaron temas folclóricos y otros ofrecían una picada de “queso, pan y salame casero” a los transeúntes.
Si las reuniones entre Argentina y Uruguay en Nueva York resultan negativas, “la comunidad hallará con mucho ingenio y esfuerzo una forma de seguir luchando contra Botnia-contaminante, que no tiene que ver con la violencia sino con la concientización”, dijo Villalba.