“En primer lugar, llevar adelante las banderas de un partido que el próximo año cumple 120 años. También tenemos que profundizar el rol opositor del radicalismo, comenzar a elaborar un programa de gobierno, y dialogar con otras fuerzas políticas progresistas con las que podamos coincidir en torno a un programa y, sobre esa base, conformar una alternativa electoral competitiva frente al peronismo”.
Para Artusi, otro de los desafíos es “recuperar canales de diálogo y vínculos de confianza con la sociedad entrerriana”, lo cual le permitirá a la UCR “no sólo ganar la elección, sino también acumular poder social para impulsar una serie de transformaciones que entendemos que son imperativas en la provincia de Entre Ríos”.
Más adelante el electo presidente del centenario se refirió a posibles alianzas y, en tal sentido, consideró que “hay muchas posibilidades” de concretar un frente con otras fuerzas políticas, pero aclaró: “Dependerá de nosotros y del resto también”.
En tal sentido, habló de la necesidad de “recuperar un canal de diálogo permanente, institucional y respetuoso, de partido a partido, dejando de lado los personalismos”.
“Hay que centrar ese diálogo en torno a coincidencias sobre un programa de Gobierno”, aseveró.
Artusi se mostró “optimista” al remitirse “a un proceso de diálogo iniciado el año pasado con distintas fuerzas políticas, entre ellas el Partido Socialista”. Dijo que en esas “charlas preliminares” hubo “muchas coincidencias en términos programáticos”.
Y fue más allá: “El programa de Gobierno del Acuerdo Cívico y Social y el del Partido Socialista tienen muchos puntos de coincidencia, pero aquella vez no nos pudimos poner de acuerdo en la cuestión de las candidaturas”.
En este marco, el Diputado provincial destacó que “el objetivo principal debe ser elaborar un proyecto de gobierno” y, en tal sentido, entendió que “las candidaturas no pueden volver a frustrar un acuerdo”.
Consultado sobre si la unidad del partido es condición para entablar una alianza con otros partidos, Artusi respondió: “Hacemos hincapié en la unidad del radicalismo, no como una cuestión folklórica o sentimental, sino como un componente estratégico”.
“Mal podríamos entablar un diálogo con otras fuerzas o con actores económicos y sociales, si antes no hacemos una apertura al diálogo a todos los sectores internos del radicalismo, priorizando nuestras coincidencias y dando todos los debates que tiene que haber”, advirtió.
Candidaturas
Sobre este punto, el legislador afirmó que “en la Unión Cívica Radical las candidaturas se confirmarán luego de que se convoque a elecciones internas y uno de los postulantes resulte ganador o, si hay lista única, cuando ésta sea proclamada”.
“Esto todavía no ha pasado”, aclaró, y afirmó que como autoridad partidaria será “absolutamente respetuoso de la organicidad” y dará “plenas garantías a todos aquellos que quieran competir, si es que se da esa circunstancia”.
Poco después de las 20.30 inició la proclamación de las autoridades, tras lo cual el primero en hacer uso de la palabra fue el titular saliente del radicalismo a nivel provincial, Carlos Cecco. El dirigente remarcó, como lo harían luego quienes le sucedieron en el discurso, “el período de transición, de desasosiego que había en la familia radical”, al momento en que se puso a la cabeza del partido. “Pero en la elección del 28 de junio demostramos que la UCR está para mucho más”, exhortó. Y agregó: “Hoy vamos con ese anhelo de llegar al poder”.
Al resaltar la presencia de la diputada nacional Hilma Re (Coalición Cívica), su par Atilio Benedetti aseveró: “Esto demuestra que por encima de los problemas y dificultades nacionales, está muy fuerte y firme el Acuerdo Cívico y Social en Entre Ríos”.
El delegado al Comité Nacional advirtió que será una “época de un desafío enorme: de poner en valor, de hacer realidad los canales de participación para todos, esencialmente para la juventud”.
En su alocución, Benedetti anunció como “tarea inmediata” desde aquí, “encolumnar a todos los militantes del partido, y en este tiempo, y en sus primeros pasos se deberá hacer el esfuerzo de encolumnar a todo el partido, debe reconocer quiénes son los depositarios de la mayoría de la conducción partidaria”. Así lo planteó para: “Que el frente político que vamos a hacer tenga consolidada la columna vertebral de la Unión Cívica Radical”. Subrayó el valor de esta “unión” ya que: “Saben cuán caro paga el pueblo entrerriano cuando no resolvemos las cuestiones internas nuestras, y por ahí diferencias que se pueden solucionar nos llevan a que perdamos la representación y la oportunidad de conducir ciudades en la provincia”.
En ese contexto, bregó por “encolumnar a todos los radicales de buena fe y poner en marcha los mecanismos de participación” como: “El desafío más importante que tenemos en el tiempo que viene”.
También se refirió a los datos estimativos del Censo Nacional que arrojarían que en Entre Ríos habría disminuido la población. Así, aseguró que esto se debe a que: “Nuestros jóvenes no encuentran el lugar para poder desarrollarse, y es lo que esta conducción debe desarrollar como propuesta política para el año que viene”.
Benedetti justificó además la ausencia de Sanz en el acto por “situaciones imprevistas” en la agenda.
El último en tomar la palabra fue el flamante presidente del Comité Provincial del centenario partido. “Vamos a dialogar, con quienes integramos el Acuerdo Cívico y Social y con quienes no. El desafío es demasiado grande. Es obligación de la Unión Cívica Radical tener la grandeza para convocar a todos a un diálogo para conformar un programa de gobierno y convertirlo en un eje progresista que gane las elecciones”, aseveró el diputado uruguayense.
“Una de las primeras obligaciones que tiene el partido político es caracterizar adecuadamente los desafíos del momento, la coyuntura política y también al adversario”, convocó Artusi. Y en ese sentido recordó qué piensa el partido sobre el gobierno nacional y provincial: “Para que no queden dudas, de este travestismo político que significa el kirchnerismo en la política”.
El legislador rememoró la etapa del menemismo, al que sostuvo que desde el radicalismo se lo había caracterizado como: “Un modelo hegemónico en lo político, concentrador en lo económico y excluyente en lo social. Y teníamos razón, la sociedad lo advirtió luego”. Tras ello, fustigó: “Y no es fácil hoy decir, pero hay que decirlo, porque estamos enfrentando la maquinaria de poder que no vacila en utilizar ningún recurso en aras de confundir al pueblo. Enfrentamos un gobierno nacional, una concepción ideológica y política, que tiene los mismos atributos conservadores y reaccionarios que tenía el menemismo”.
Acto seguido, despachó: “Disciplinan gobernadores e intendentes con la chequera, como han disciplinado al gobernador (Sergio) Urribarri que prefiere firmar convenios en la Casa Rosada antes de hacer lo que tiene que hacer: un juicio a la Nación por los recursos que nos deben”. Y asestó: “Es mentira que la obsecuencia de Urribarri al menos represente alguna ventaja económica, pueden verlo en las cifras del presupuesto nacional”.
También criticó “el ataque sistemático a los partidos políticos”: “Quisieron destruir a la Unión Cívica Radical, pero no pudieron”, remató.
