Para la ministra del área, Débora Giorgi, “el incremento de la sustitución es el resultado de una política industrial en la que se prioriza la defensa del trabajo argentino y la agregación de valor. Incentivamos al que produce y exporta a que produzca más y también al que importa, para que produzca en el país”, señaló la ministra en un comunicado.
El proceso de sustitución se dio de manera sostenida en sectores como el automotriz, electrónica, bienes de capital, maquinaria agrícola, calzada y textil, entre otros. Estuvo impulsado por el aumento de la producción local, el acceso a herramientas de financiación a tasas muy competitivas, programas sectoriales y la preservación del mercado interno de la competencia desleal a través de medidas antidumping y de la no apertura ingenua a las importaciones: en enero de 2011 se aumentaron las Licencias No automáticas de 400 a 600 posiciones arancelarias.
De la mano de estas medidas llegaron inversiones de firmas globales que empezaron a producir en el país como BlackBerry, Case New Holland, Nokia, Glenmark, Mercedes Benz, Yamaha, Honda, Moura, Nike, Converse, Samsung, Hewlett Packard y Suzuki, entre otras.
El sector automotriz es uno de los que más avanzó en este camino. La cartera industrial espera una mejora en la balanza sectorial nacional de U$S 4200 millones en dos años.
El polo tecnológico de Tierra del Fuego generó sustitución por U$S 600 millones, y en el primer cuatrimestre del año se multiplicó por siete la producción de los principales artículos con respecto al mismo período de 2010.
En 2009, sólo el 4% de los celulares que se comercializaban en el país era producidos localmente. El año pasado, ese nivel fue del 40%, y este año serán más de la mitad los aparatos fabricados en el país.
En tanto, la producción nacional de computadoras portátiles aumentó más de cuatro veces y pasó de 289 mil en 2010 a 1,3 millones en 2011, con lo cual su participación en el mercado local pasó de un 18 a un 42% de un año a otro.
A su vez, las importaciones de cocinas cayeron un 70%; las de lavarropas el 50%; y las de heladeras un 30% entre 2010 y 2011, en un cuadro de fuerte crecimiento de las ventas de estos productos.
