
Bruglia, Bertuzzi, puestos a dedo por Macri a la Cámara Federal, y Llorens habitual concurrente a las tertulias deportivas que organizaba Macri en la quinta de Olivos. Los tres le ordenaron el lunes a la jueza María Eugenia Capuchetti acelerar la elevación de la causa en la que hay tres detenidos por el ataque, en lugar de profundizar sus vinculaciones con los Caputo y por ende con Macri, con un desparpajo y una desvergüenza que los expone como parte activa en el encubrimiento del suceso.
La merdiprensa nacional por supuesto que se atalonó detrás de la decisión para proteger a los rufianes que perdieron las últimas presidenciales pero que siguen controlando el país a través de sus escuderos en el poder judicial.
Como será de alevosa la participación activa de estos ‘jueces’ en lo que está tramando el ala dura del PRO, que hasta el mismísimo ‘Alberte el bueno’ se animó a protestar, aunque poquito no más, no sea que vayan a pensar que él es malo.
¿Y porque no se concursan los cargos de estos usurpadores colocados a dedo por Macri? Porque ‘papimafi’, que maneja el Consejo de la Magistratura, les ordenó bloquear el concurso para designar a quienes deberán ocupar legítimamente las vacantes que hoy usurpan concurso.
El único que habló claramente, aunque ahogado por la impotencia, fue el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria: “Son operadores al servicio de lo peor de la política y están impidiendo que la sociedad argentina conozca la verdad sobre uno de los hechos más graves de la democracia”, y agregó que los camaristas son parte de “un plan sistemático de impunidad para los autores tanto materiales como intelectuales” del intento de magnicidio contra CFK.
MIENTRAS LOS MEDIÁTICOS DE LA OPOCISIÓN, SEGUROS DE SU TRINFO EN LAS PROXIMAS PRESIDENCIALES, SE AUTO AGREDEN CON FEROCIDAD CANIBAL, GASTANDO A CUENTA
Han perdido el pudor, y actúan desembozadamente como enemigos de la democracia, institución que obviamente les interesa tres velines. Pueden cometer y apañar los crímenes más alevosos ante la vista de la sociedad, porque saben que están cubiertos por el ‘Poder Judicial’(SIC) y ya no pierden el tiempo disimulando su filiación autoritaria y su pertenencia a las corrientes neonazis que están apareciendo a lo largo y ancho del planeta como guardias pretorianas de un neoliberalismo feroz, que comienza a hacer agua por todos lados, pero que, no engañarse, siguen controlando la historia y nos llevará puestos a todos.
Lo del payaso de Milei, un patético remedo de su admirado Benito Mussolini, ha puesto de la nuca a la, hoy neofascista, presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que viendo la convocatoria del empelucado mediático, que ha hecho de gritos y agravios su forma de comunicarse, ha endurecido su discurso hasta el paroxismo, ofreciendo trompadas y patadas a su propia tropa, si se atreven a contradecir sus deposiciones orales. Mientras tanto, Macri aprueba su conducta, condescendiente, ilusionado en que la sobreactuación de la ex montonera y hoy referente clave de la merdopolítica que hemos sabido conseguir, finalmente desmoronará la estrategia de su verdadero archienemigo, el calvo infiel, a quien ‘papimafi’ odia porque lo ve como el único que le puede arrebatar su próxima presidencia.
LOS DIAS PASAN Y ELLOS SIGUEN CON EL PODER, A NOSOTROS SOLO NOS PRESTARON EL EJECUTIVO
Tienen el poder, ellos controlan suficientes legisladores como para bloquear cualquier alternativa parlamentaria que pretenda cambiar algo. También controlan el poder judicial, que les garantiza la total impunidad, cometan el crimen que cometan. Incluyendo un magnicidio, como el que intentaron con Cristina Fernández y les falló porque los sicarios que consiguen son tan ineptos como ellos, inmorales.
El tiempo se esta yendo y Alberte el bueno, con su exasperante inoperancia, continúa siéndoles funcional a sus intenciones, entretenido en cambiar pañales y en su sueño de que los argentinos nos demos cuenta que él es un estadista de clase mundial, una mezcla de Mandela con la Madre Teresa.
¿Qué pasará? Nadie lo sabe, pero las señales que se advierten son más que preocupantes, y ya queda menos de un año para se sepa si finalmente nos iremos a la cloaca de la historia, como el país que lo tuvo todo, menos una clase dirigente capaz de concretar sus posibilidades. O podremos sobrevivir a las tormentas que se avizoran en el horizonte