En la nota, se señala que los trabajadores firmaron un convenio con una empresa denominada “Agropecuaria SRL”, pero la credulidad de los mismos hizo con que no retuvieran ninguna copia del contrato. “Luego, vinieron las peripecias de sus viajes hasta el lugar de cosechas que lo hacían en un destartalado colectivo, por caminos secundarios y partiendo de Monte Caseros a las 4 de la mañana para regresar pasada las 21. Eso, cuando no se rompía y debían abandonar para regresar de a pié hasta sus hogares; incluso hasta un principio de incendio en la unidad debieron sufrir los trabajadores a pesar de las constantes advertencias que hacían a sus empleadores quienes, encima, descontarían de los sueldos el pago del transporte”.
Hasta la quinta “Aguará” fue el Coordinador General del Trabajo, Alejandro Paiva, acompañado por DIARIOJUNIO. Luego de dialogar con el gerente general de la empresa, Gabriel Scordia, Paiva confirmó los cosechadores debían venir un determinado día para el cobro pero se vinieron un día antes en un colectivo particular. “La gente quería que se les pague ese colectivo a lo que la empresa les contestó que el colectivo que ellos le pagaban venía al otro día recién”, expresó.
Uno de los capataces de la empresa confirmó, off the record, que los correntinos tuvieron problemas con el colectivo. Pero se desligó de esa situación: “ellos contrataron el colectivo, y la empresa abonaba la mitad del costo”. A la Dirección de Trabajo, el estado de los colectivos no les compete. “Depende pura y exclusivamente de la Dirección de Transporte, que nosotros muchas veces les comunicamos”, señaló Paiva.
Más adelante, en la nota se señala que “el asunto dejó de convertirse en anécdotas una vez que finalizó la primera quincena y debieron percibir sus salarios. Descuentos… pagos no convenidos… liquidación indebida de días… y un recibo con la firma ‘Gramm Agropecuaria’, que ni siquiera figura en los registros de Anses. Esto hizo explotar la ira de los trabajadores quienes rápidamente se dirigieron al local del UATRE en Monte Caseros”.
En el sindicato, “la burocracia sindical” los contuvo con “medidas dilatorias”. “El viernes 30/11 les dijeron que regresen el Lunes 3/12. En esa oportunidad y a través de un supuesto capataz de los trabajadores, se comunicaron telefónicamente con los empleadores quienes negaron responsabilidades y cargos que hacen los cosecheros. Luego, se desplazaron hasta la delegación local del Ministerio de Trabajo, donde radicaron su denuncia y les garantizaron que para el martes 11/12 tendrían una audiencia con los empresarios”.
Al respecto Paiva señaló el inconveniente es que los cosechadores “se adjudican que les adeudarían más días de los reales trabajados. Los reales trabajados, según el encargado, serían 12 días y medio; la gente aparentemente querrían cobrar 15 días seguidos”, explicó, repitiendo la versión del encargado de la quinta.
El coordinador señaló que en las planillas se encuentra el dato que corroboraría o no los reclamos de los cosechadores correntinos. No obstante, no dejó en claro si iban a intervenir “porque la gente está en su lugar de origen que es la provincia de Corrientes, en la cual no tenemos ingerencia”. De todas formas, señaló que pusieron a su disposición “todo lo que hace al registro de horas y constancias que tienen para ser presentadas en la Dirección Provincial del Trabajo”.
Quincena atrasada
En tanto, una cuadrilla compuesta por 40 cosechadores descansaba esta mañana cerca de un colectivo, en el interior de la misma quinta, mientras esperaban que les abonen la quincena. Uno de los arandaneros, que pidió sólo ser identificado como “el Negro” por temor a que lo despidan, señaló que ayer se cumplió el día de pago de la quincena. No obstante, desde la empresa “Agropecuaria” les pidieron que esperasen hasta el viernes próximo para cobrar. “Ayer se pagaba a las cinco de la tarde, después dijeron que se pagaba hoy, y ahora justo salió que nos pagan el viernes”, dijo.
Si bien desde la empresa aclararon que otras cuadrillas estaban percibiendo sus salarios, el “Negro” dijo que “es una cosa incoherente porque las otras dos cuadrillas que entraron a la par de nosotros, terminaron con nosotros justo la cosecha y a ellos les pagan hoy, y a nosotros no que estamos trabajando”.
La urgencia por cobrar se debe a las cuentas que van acumulando. “Estamos con las cuentas que nos apuran; las cuentas nos ponen mal porque tenemos que traer para comer. El peón se maneja así, con las cuentas al día”, señaló, mientras jugaba con la tijera de podar en sus manos.
De todas formas, señaló que si les pedían tanto a él como a sus compañeros que trabajen, lo iban a hacer por temor a que los despidan. Cada cosechador percibe entre $ 500 y $ 600, además de los plus de productividad que llevan el salario a entre $ 700 u $ 800. “Algunos ‘cazan’ bien pero lo importante es la moneda que uno trabaja”, expresó.
Por su parte, Paiva luego de dialogar con Scordia, dijo que el pago vencería hoy. “Recién me termina de decir el gerente general que esta tarde estarían cobrando lo que se les está adeudando que sería la quincena”, indicó.