La investigación la inicio la Policía quien, el día previo al operativo, dio aviso al Ministerio. “Ahí tomamos competencia nosotros como organismo laboral”, dijo. El operativo se centró en dos casas, tipo dúplex, ubicadas en esa esquina. “Estaba todo cerrado, no había nadie”, dijo Delgado. No obstante, de las conversaciones con vecinos dedujeron que los trabajadores, entre ellos colombianos y bolivianos, fueron trasladados antes de que llegasen los inspectores. “Nos dijeron que a la tarde habían venido los colectivos y se llevaron a todas estas personas”, dijo.
Delgado señaló que están tratando de dar con las personas que trajo a los cosecheros de forma “inescrupulosa” y alojándolas en condiciones de habitacionalidad “bastante erróneas”. Delgado señaló que el contratista debe garantizarles una condición habitacional digna hasta que termine la labor de las personas contratadas. “Tener 50 personas o 25 en una casa con dos habitaciones es una cuestión de hacinamiento lo cual viola la dignidad y las condiciones laborales e higiénicas”, señaló.
Al mismo tiempo, el coordinador dijo que el aspecto positivo del caso es que cada año están encontrado menos situaciones. “Pero todavía sigue habiendo gente inescrupulosa que comete este tipo de medidas”, señaló.
A su vez, Horacio Guattini, delegado del ministerio de Trabajo, recordó que previamente habían dialogado en el municipio con representantes de las empresas contratistas para que prioricen la mano de obra de la ciudad teniendo en cuenta la falta de trabajo existente. En consecuencia, la solicitud era evitar traer personas de otras provincias y, menos aún, de otros países. “La ciudad está necesitando tener más trabajo y aquí en Concordia, ya con el tiempo que ha pasado, la gente está preparada para la recolección de ese fruto”, dijo. “El argumento era que la gente de Concordia no estaba preparada porque el fruto era muy chiquito pero, a esta altura, con todos los años que han pasado, la gente de Concordia está capacitada para recolectar ese fruto”, dijo.
No obstante, señaló que presumían que había personal foráneo contratado para la cosecha de arándanos. “Como ya sabíamos más o menos el lugar, hicimos una aproximación al lugar y efectivamente detectamos una cantidad bastante importante, entre 40 y 50 personas, en un lugar bastante estratégico”, dijo. Una casa, con uno o dos baños para 40 o 50 personas, configura una situación de hacinamiento injustificable. “Es como pasó hace dos años en Tavella, a cuatro cuadras de Presidente Illía; había alrededor de 400 personas e intervino el intendente. Situaciones de esas hemos querido evitar pero lamentablemente se siguen repitiendo”, dijo.
En la esquina mencionada, frente a la casa donde se alojaban los trabajadores, se encuentra el Salón Comunitario del barrio Nébel. “Es un lugar donde la comunidad del barrio hace todo tipo de actividades. Por eso, había denuncia de vecinos”, señaló.
Guattini señaló que, en ese momento, tomó contacto con personal de la municipalidad quienes le dijeron que se iban a hacer cargo de la situación. “Nosotros no podemos efectuar una inspección de trabajo porque los tenemos que encontrar trabajando”, explicó. En tanto, personal del ministerio de Trabajo está realizando en estos momentos un operativo en un lugar determinado para tratar de localizar a los trabajadores. “En este momento se está haciendo el operativo para ver realmente si esa gente que estaba en ese lugar está en esa quinta trabajando”, señaló.