ARA San Juan: informe revela que el submarino colapsó en menos de un segundo

A 25 días de la desaparición del submarino ARA San Juan, el vocero oficial de la Armada, Enrique Balbi, brindó un nuevo parte y reiteró que no hay novedades de la nave perdida. Además, se refirió a las complejidades del terreno donde se lleva a cabo la búsqueda. "No hay novedades al respecto del submarino en esas posiciones", dijo en relación a los "dos nuevos contactos" se estaban analizando ayer. En este sentido, indicó que el buque norteamericano Atlantis intenta visualizar un objeto que se encuentra a 700 metros de profundidad, que había sido detectado por el Cabo de Hornos (Chile).

En el parte del día, Balbi le cedió la palabra al capitán Ariel Troisi, un experto en hidrografía, para que explicara las dificultades que presenta el fondo del mar en el radio de 40 kilómetros donde se busca al submarino. "La mayor dificultad se deriva de que estamos una zona que es conocida como 'la zona del sistema de Cañones submarinos Almirante Brown: hay una serie de cañones submarinos, que son como cañadones, imaginemos en paralelismo con una situación de montaña", sostuvo Troisi.

"Si estamos a una profundidad de unos 700 metros, en estos cañadones la profundidad puede aumentar hasta los 200 metros", marcó. Al respecto del ancho, dijo que llegan a medir un kilómetro. Las complejidades de la superficie, señaló, consisten en que el rendimiento de los sensores que intentan detectar indicios del submarino, como el multihaz, "empiezan a tener rebotes o falsos ecos".

El experto sostuvo, además, que en esos cañones hay formados "afloramientos rocosos" y que los sensores pueden detectar objetos con dimensiones compatibles con las del sumergible. Si bien desde la Armada confiaron que se trata de una “versión de un analista, lo que significa que no es oficial", este domingo se conoció un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos que tiene como principal hipótesis que el submarino sufrió un colapso letal.

El informe analizó la señal acústica detectada el 15 de noviembre por la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares, a través de la cual determinó que el submarino liberó una energía similar a una explosión de 5700 kilos de TNT, a 380 metros de profundidad. Además, arriesga la tesis de que los 44 tripulantes murieron en forma instantánea, sin saber probablemente lo que pasaba, y concluye que el ARA San Juan se hundió verticalmente, a una velocidad de 10 a 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora). "Aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron qué estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea", indica, lapidario, el autor del informe.

El investigador llega a la conclusión de que el casco fue "completamente destruido en aproximadamente 40 milisegundos", una fracción de tiempo que representa "la mitad del tiempo mínimo requerido para el reconocimiento cognitivo de un evento", publicó La Nación. Explica, además, que "la energía liberada por el colapso fue producida por la conversión casi inmediata de la presión del mar en energía cinética", en un movimiento del pistón de agua que ingresó al casco a una velocidad aproximada de 1800 millas por hora (2900 kilómetros por hora)

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