Se trata de Carlos Javier Aranciva, quien habría golpeado a Oscar Fabián Acosta, en un procedimiento realizado en la ruta 12, al sur de Entre Ríos, hace casi ocho años. En el operativo habrían estado esperando a asaltantes de un camión, que se conducían en un auto parecido al que transitaban la víctima y otras tres personas.
El hecho ocurrió hace casi ocho años y, luego de numerosos recursos y medidas judiciales, recién ahora llega al juicio oral y público del gendarme, en el Tribunal Federal.
El 18 de marzo de 2005, en el puesto de la Gendarmería Nacional de la ruta Nº 12, en Ceibas, cerca del puente Zárate – Brazo Largo, se recibió un llamado telefónico anónimo que denunció el asalto que sufrió un camionero por parte de una banda de piratas del asfalto. Según la denuncia, los delincuentes habrían ido en un auto Ford Falcon gris, y el vehículo asaltado era un camión rojo.
Con una decena de gendarmes se desplegó el operativo y los uniformados detuvieron la marcha de un Ford Falcon azul, con cuatro personas a bordo, que llevaban dos armas de fuego, un rifle calibre 22 y una escopeta. No dudaron que se trataban de los asaltantes, por lo que obligaron a todos a descender del auto, y comenzaron a requisarlos.
“¿Dónde está el chofer?”, preguntaban los gendarmes, y los hombres no entendían nada. Acosta recordó ayer en su declaración en el juicio que Aranciva le pegó un culatazo con su arma en la boca del estómago, y mientras estaba en el piso continuó con las agresiones. Alrededor estaba el resto de los uniformados, que escuchaban los pedidos de Acosta para que no le sigan pegando, pero no hacían nada. “Fue todo muy rápido”, contó.
Luego que el hombre recuperó la libertad, regresó a su localidad, Zárate, y realizó la denuncia. Primero fue a la comisaría local, luego a la fiscalía y terminó en la Policía Federal, donde le tomaron la exposición. Finalmente, por la jurisdicción donde ocurrió el hecho, la causa contra Aranciva se tramitó en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, donde se realizaron las declaraciones testimoniales y el reconocimiento fotográfico pro parte de Acosta, quien señaló al comandante.
Secuelas
El denunciante contó además que como consecuencia de la golpiza que sufrió ese día, aún hoy padece dolores en la pierna izquierda, el tobillo y la cadera, y está bajo tratamiento con analgésicos, y debería ser operado. Al respecto, el médico de la Cámara Federal de Apelaciones, Armando González, examinó a Acosta en 2007, dos años después del hecho, por lo cual no recordaba nada, pero se remitió al informe realizado en esa oportunidad. Dijo que el hombre padece una enfermedad degenerativa en cartílagos, que le produce los dolores, y al momento de la revisión y en las placas, no observó traumatismos óseos. Sin embargo, respondió que, con esa patología, un pequeño golpe puede permanecer y afectar en el tiempo.
Para el juicio hay 19 testigos, por lo que está pautado que continúe hoy y finalice mañana. El Tribunal está integrado por Noemí Berros -presidente-, Roberto López Arango y Lilia Carnero, en tanto que el fiscal general es José Ignacio Candioti. Aranciva es asistido por el defensor oficial Mario Franchi, y el querellante en representación de Acosta es el abogado José Iparraguirre.