El alacranismo es un cuadro clínico potencialmente grave y letal, que se produce por la picadura e inoculación de veneno de diferentes especies de alacranes. Se trata de intoxicaciones agudas que constituyen una emergencia médica para la cual se cuenta con un antídoto efectivo.
El peligro proviene de la ponzoña que deja la picadura. El veneno es una neurotoxina que actúa sobre el sistema nervioso. Se manifiesta principalmente por el dolor en el sitio de la picadura y una gama muy amplia de signos y síntomas locales y generales, que se expresan con diferentes grados de severidad, pudiendo llevar a la muerte.
Estas alimañas suelen criarse y permanecer en sitios donde prevalecen los escombros, chapas o yuyales. Por este motivo es que se recomienda mantener los baldíos limpios y libres de toda suciedad.
Además, es recomendable utilizar mosquiteros en ventanas y burletes en puertas ya que los alacranes se mueven con mayor frecuencia durante la noche.
Al niño internado en el Hospital San Martín, se sumó un nuevo caso: una niña debió ser internada de urgencia en el hospital materno infantil San Roque.
Natacha tiene tan sólo cuatro años. “La toxina que larga el veneno del alacrán afecta el corazón y ella, si bien logró luego de horas hablar, aún tiene esa parte comprometida”, dijo la mamá de la nena, quien aguardaba un nuevo parte médico.
Síntomas y medidas a tomar en caso de picadura de alacrán: dolor, (sensación de quemadura); edema; enrojecimiento; sensación de adormecimiento o anestesia alrededor de la picadura; contracciones musculares fibrilares; en niños es más frecuente la excitación y el temblor generalizado acompañado de llanto o gemidos constantes.