Abril había desaparecido el miércoles a las cinco de la tarde, en las inmediaciones del balneario El Picaflor, a metros de su casa, según el testimonio que brindó su madre.
«Fuimos a jugar al río después de la escuela. Habrá sido después del mediodía. Y entre que llegamos a casa y volvió para buscar la muñeca pasaron dos o tres minutos. En la playa había algunas personas y no me gustaba porque no hay tantos trabajadores que la conocen. En general los que vivimos acá nos conocemos todos», relató la mujer.
Por ese motivo, habían activado lo que se conoce como «alerta Sofía», que implica difundir la imagen de la joven ante casos que consideran urgentes.