Según expuso el técnico del INTA, en todos los casos el brote está relacionado a las lluvias caídas hace 10 días, a la humedad excesiva en el lote durante las 24 horas del día y, en cierta medida, a la manifestación de una baja en la temperatura, que permite que la enfermedad se desarrolle más fácilmente. “Los técnicos deberán decidir la oportunidad de pulverizar”, estimó, destacando que hacer pulverizaciones preventivas es bastante costoso y que existen, sobre todo en Entre Ríos, un complejo de enfermedades denominadas “fin de ciclo”. “En otras zonas del país el productor ya está acostumbrado a combatirlas de alguna forma”, pero “aquí sólo se hace para aquellos cultivos que han sido seleccionados para producir semillas”, puntualizó.
Si bien Dupleich aclaró que en estos casos se realiza una prevención que no es 100% efectivo, dijo que en estos momentos los productores ya están pulverizando, previniendo lluvia en los próximos días. Por otra parte, recomendó a todos los productores que acerquen muestras al laboratorio cada dos o tres días ya que “no hay que dormirse en los laureles” sino que “hay que estar atentos a lo que pase y escuchar las noticias de lo que está pasando en el vecindario”, concluyó.
