La presidenta de la entidad anfitriona, Bacigalupo Olaechea, adjudico a “el ingenio, la voluntad, los esfuerzos superadores y el coraje han permitido salir de las adversidades provocadas por las inclemencias de la naturaleza” y las “políticas equivocadas”.
Destacó asimismo que “el campo no entiende de especulaciones, ni artificios. Este modelo productivo permitió salir de la crisis pero no ha logrado el necesario desarrollo agropecuario que la Argentina necesita”, remarcó.
El campo “está mejor”, admitió la dirigente, pero subrayó que los cambios han sido “insuficientes” ya que la rentabilidad del sector “sigue siendo mal distribuida, poniendo al trabajador rural al servicio de grandes corporaciones y ayudando estos cambios macroeconómicos de la postconvertibilidad a financiar a sectores considerados más dignos que la familia rural”.
Welschen y Guastavino
El secretario de la Producción, Daniel Welschen, fue el encargado de defender las políticas oficiales para con el campo.
Recordó que “hace cuatro años la situación de Entre Ríos era peor que la del resto del país y el sector productivo demandaba respuestas urgentes en diversas áreas. Cuando asumimos nuestra responsabilidad las expectativas, vistas desde ese momento, eran muy diferentes a lo que sucedió. Creo que éramos mucho más modestos en nuestras pretensiones”.
Remarcó, además, que “el diálogo que se mantuvo con cada uno de los sectores fue fundamental para un crecimiento, para un desarrollo mucho más fuerte que el esperado.
Las mesas sectoriales funcionaron para crear un espacio de discusión, donde el Gobernador mismo escuchó los reclamos y formó parte de la planificación para corregir cada inconveniente. Los que se podían solucionar desde la provincia o en los que dependíamos de la Nación, para lo cual se organizaba una acción conjunta que permitiera buscar la mejor alternativa posible.
Welschen pidió que “no nos olvidemos tampoco del estado en que estaban las rutas en 2003.
Guastavino, a su turno, señaló que “Welschen hizo verdaderamente una perfecta síntesis para definir la política del Gobierno entrerriano en estos cuatro años. Siempre mantuvimos un buen diálogo con el productor. Ha sido la constante desde el inicio de esta gestión escuchar las inquietudes, las demandas de nuestros productores, y dentro de nuestras posibilidades, más allá de las discrepancias, de cosas que no compartimos, abrir un canal de diálogo franco para afrontar políticas de manera conjunta. Esta actitud queda evidenciada en nuestra permanente voluntad de gestión procurando resolver problemas o satisfacer distintas necesidades planteadas por diversos sectores de la producción de Entre Ríos”.
