Con la instalación de la carpa, los autoconvocados iniciaban un camino de reclamos, en el que se exigía a las autoridades una solución para el estado de crisis que azotaba al país. Entre las peticiones recordamos hoy «reducción de los costos impositivos laborales, simplificación del sistema impositivo, un IVA no mayor al 10 por ciento, la eliminación de los impuestos distorsivos, eliminación de subsidios a empresas privatizadas, reducción de las tarifas de los servicios públicos, fuerte defensa de la producción nacional, priorizar la inversión en educación, salud, justicia y seguridad», entre otras cosas.
Consultado Miguel Piana, uno de los dirigentes notables de aquél momento, manifestó su pesar porque «hoy mucha gente se da cuenta que teníamos razón al plantear lo que planteábamos, pero en aquel momento no todos nos comprendieron y no pocos nos atacaron… y así estamos».
Piana dijo lamentar que «muchos sólo se guían por la cultura del dinero y por eso nos va como nos va».
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