En diálogo con A24, el ex jefe de Gabinete consignó: «Durante todo el macrismo tuve miedo a que me llevaran preso». Y en ese sentido, recordó la operación mediática de Jorge Lanata de Elisa Carrió en 2015, cuando lo acusaron falsamente de ser «La Morsa» y de estar vinculado al triple crimen de General Rodríguez.
Aquella acusación fundada exclusivamente en su bigote, que la semana pasada tras más de cinco años fue finalmente echada por tierra, le costó a Aníbal las elecciones a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, frente a María Eugenia Vidal, y le dio el impulso necesario a Mauricio Macri para ganarle a Daniel Scioli en balotaje.
«Con la opereta que me comí perdí un montón de votos. La semana que viene veré qué voy a hacer con los que me encajaron esa opereta», enfatizó.
Al ser consultado sobre su vínculo con el actual presidente, Alberto Fernández, aseguró que lo considera «amigo» y que está a su disposición para «salir a la cancha» si así lo deseara.
«Este gobierno con 60 días de gobierno se comió la pandemia y solo resolvió un problemita chiquitito que es el tema de la deuda», reforzó sobre los resultados alcanzados por la actual gestión pese al desfavorable contexto sanitario global.
A la vez que resaltó que la oposición «no está a la altura para conspirar nada» y bromeó que «entre Macri y Bullrich, elegiría a Piñon Fijo».
