En su fundamentación se consigna que “el glifosato es un herbicida de amplio espectro, no selectivo, utilizado para eliminar malezas indeseables (pastos anuales y perennes, hierbas de hoja ancha y especies leñosas) en ambientes agrícolas, forestales y paisajísticos. Los herbicidas son los principales grupos de plaguicidas usados en la agricultura, lo que puede ocasionar la contaminación de los sistemas acuáticos”.
Se agrega que “la intensificación agrícola de nuestro país es una consecuencia de la evolución de su contexto socio-económico” lo que “conlleva a la introducción creciente de plaguicidas (agroquímicos) en los sistemas de cultivo” y que “la Sub Secretaría de Salud y Medio Ambiente está trabajando en el desarrollo de un proyecto de monitoreo permanente de residuos de plaguicidas”.
El parte de prensa municipal agrega que “se estima que el desarrollo del acuerdo se ejecutará en el nuevo Laboratorio de Control Ambiental, derivado del “Convenio Específico de Fortalecimiento Institucional de Control Ambiental”, celebrado entre la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Jefatura de Gabinetes de Ministros de la Nación y la Municipalidad de Gualeguaychú, de fecha 4 de abril de 2008, que estaría montado en mediano plazo”.
El informe señala que “se considera que cuando “los agroquímicos exceden los límites de los fines para los que fueron destinados, constituyen tanto una pérdida para el agro sistema como una probable amenaza para los sistemas adyacentes. El nivel de riesgo de contaminación de suelos y aguas resulta de la combinación de la carga contaminante y de la vulnerabilidad natural del ambiente a dicha contaminación. Las vías de transporte de los plaguicidas hacia los cuerpos de agua naturales son la dispersión aérea por los vientos, la volatilización y el arrastre por aguas de lluvia y riego, causando daños o efectos adversos a los organismos acuáticos. La acción tóxica de los plaguicidas, en los sistemas acuáticos es función de la concentración de los mismos y del tiempo que permanecen sin ser degradados por el medio ambiente. Los riesgos en el uso de los herbicidas no sólo dependen de la toxicidad, sino también, de la concentración y circunstancias en que se empleen, del tiempo y la continuidad en que las personas, animales y la fauna estén expuestos al producto”.
Fuente: El Argentino