Análisis comparativo entre Brasil y Argentina

El resultado hasta este jueves –cuando se cerró el trabajo– es público: Brasil subió de dos muertes el 17 de marzo a 5.901 fallecidos 44 días después. Argentina salió del mismo número, dos muertes, y 44 días más tarde registró 218 fallecidos. Las diferencias son obvias. Pero –y eso es lo más grave–, si nada cambia, Brasil podría llegar a 28.600 muertes el 19 de mayo, mientras que el pronóstico para la Argentina –siempre que las condiciones se mantengan– es que debería lamentar 532 decesos desde el inicio de la crisis hasta ese momento.

El trabajo periodístico se realizó con la colaboración de integrantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, en particular de Roberto Etchenique, profesor titular, que junto al grupo del Instituto de Cálculo y del Instituto de Ciencias de la Computación (un equipo integrado por 50 matemáticos, computadores y otros profesionales) trabaja en la determinación del estado de la pandemia a nivel local. Etchenique es, además, investigador principal del Conicet.

Página/12 decidió trabajar sobre el criterio de evaluar el desarrollo del virus sobre la base del número de fallecidos, no del número de contagiados. Este último dato está muy expuesto a criterios sobre cuántos tests se realizan, cómo y dónde, y la cantidad de personas no registradas porque tienen el virus pero que son presintomáticos. En los fallecidos también puede haber error, aunque mucho menor: el virus es respiratorio, por lo cual en la mayoría de los casos hay internaciones antes del fallecimiento. Como dice el doctor Pedro Cahn, los dos datos a mirar son los fallecidos y las camas en terapia intensiva. 

Los diarios de Brasil mencionan casi en forma permanente que existen gruesos ocultamientos en los números de decesos, algo que también se vio en Nueva York, en el Reino Unido, Ecuador y otros países. Hay error u ocultamiento, pero de menos envergadura. 

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