Su ex cuñada lo denuncio por amenazas telefónicas, ya que el preso le reprochaba que su concubina, hermana de la denunciante, lo había dejado de ir a visitar a la cárcel. La preocupación primordial de la víctima es el carácter irascible. Al interno le queda menos de un mes para salir en libertad y teme, por ende, por su integridad física.
El celular es un elemento de comunicación prohibido dentro de su condición privativa de libertad, por lo que se procedió al secuestro del mismo. La orden provino del Juzgado de Transición y Garantías N° 1, a cargo de Alejandra Gómez.
El interno anteriormente cumplió una condena efectiva de un mes de prisión, y en la actualidad purga una pena única de tres años por acumular en su prontuario los delitos de “portación de ama de fuego y robo calificado por el uso de armas”.
