Allende no renuncia al doble sueldo pero donará el salario de convencional

Allende dice que ya lo tenía decidido y que tiene “compromisos por seis meses” con diversos beneficiarios de sus “donaciones”. “Fue algo que decidimos desde la agrupación Evita”, indicó.
La decisión es que “el 10% de aporte al partido se mantenga” y que el resto de la dieta se destine a “entidades sin fines de lucro”. Efectuados los descuentos de ley, el sueldo en mano de un convencional rondará entre los 12 y 14 mil pesos, con lo cual las donaciones de Allende serán en todos los casos superiores a los 10 mil pesos por mes, repartidas a distintos destinatarios. El primero será “la Municipalidad de Lucas González, que recibirá $ 500” y “$ 1000 por mes a la Junta de Gobierno de Sauce Montrul (donde Allende posee su quinta) que son radicales, pero no me interesa porque es gente que quiere trabajar”.
La percepción de la dieta por parte de los convencionales que ya cobran un sueldo del estado -ya sea como legisladores, funcionarios o jubilados- se convirtió en una cuestión política tras la decisión del presidente de la Convención, Jorge Busti, de no cobrar por ese trabajo y quedarse sólo con el sueldo de diputado provincial, que es del mismo monto.
Allende había quedado mal parado políticamente porque tras la primera sesión ordinaria de la Convención, realizada el miércoles, era el único de los cuatro legisladores provinciales que participan en la Reforma de la Constitución que no había formalizado el trámite de renuncia a su dieta de convencional: ya lo habían hecho el senador Raúl Taleb y el diputado Juan Carlos Almada.
El legislador de extracción gremial dijo que le parecía “mucho más honesto” ese proceder porque si renunciaba, dona el dinero al Estado provincial. “Creo que lo necesita mucho más el Hospital de Niños y seguro que el Estado demora como seis años para dárselo”.
Se mostró en desacuerdo con las críticas a quienes no renuncia a cobrar por su trabajo. “No se por qué hay tanta sensibilidad. Yo puedo donar la dieta porque soy diputado y tengo un ingreso alto, pero hay gente que no cobra mucho y la pusieron en este brete de que tienen que renunciar porque, si no, no es ético”, opinó Allende. A su juicio, “todos piensan como yo, pero algunos no se animan a decirlo”.

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