Luego de la ola de detenciones y la citación a indagatoria para el 13 de agosto, Bonadio dejó trascender que pediría nuevamente que se le quite la inmunidad de arresto a la ex presidenta. El juez federal ya había hecho esa solicitud en diciembre de 2017, aunque el Senado todavía no lo trató por distintos motivos: por un lado porque los distintos detenidos en esa causa fueron liberados por orden de la Cámara de Casación y segundo porque el jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Pichetto, había anunciado que no acompañaría el pedido por no contar con sentencia firme. “Se ratifica la posición institucional del Senado en el sentido de que no procede el desafuero mientras no haya sentencia. Además, el proceso penal se puede llevar a término hasta la sentencia misma sin ningún tipo de impedimento debido a los fueros”, expresó ayer Pichetto mediante un comunicado.
Sin embargo, la nota de Bonadio no es un pedido formal de desafuero sino una solicitud para allanar los domicilios de la calle Uruguay 1306, en Capital Federal; el de la calle Mascarello 441, en Río Gallegos; Padre De Agostini y los Tehuelches, El Calafate, y oficinas de la senadora Cristina Fernández.
La vicepresidenta Gabriela Michetti anunció mediante un comunicado que le había solicitado “al interbloque Cambiemos que inicie el procedimiento parlamentario pertinente para la convocatoria a una sesión especial, en la que se tratará la solicitud de autorización de allanamientos a tres domicilios de la senadora Cristina Fernández de Kirchner y sus oficinas”.
El parte de prensa de Michetti, reproducido por el diario Clarín, revela que “en su pedido al interbloque oficialista, la presidenta de la Cámara alta solicitó que se trate este asunto con la mayor celeridad posible, por tratarse de una medida de alta implicancia institucional. Se estima que, por tal motivo, dicha sesión podría realizarse antes de la prevista para el tratamiento del aborto”.
Lo cierto es que, para realizar la sesión especial, Cambiemos necesitaría juntar 37 senadores, número al que no podría llegar sin apoyo de al menos un sector de la oposición, ya que su interbloque tiene 25 integrantes. Además, de conseguirse el quórum, deberá resolverse si son necesarios dos tercios de los votos para habilitar el tratamiento del tema o si, como sostienen en el oficialismo, es suficiente con mayoría simple.
En este contexto, será clave la postura que adopte sobre este pedido particular la bancada que conduce Pichetto, de 24 miembros.
Fuentes parlamentarias estimaban poco probable que se produjera una sesión antes del debate sobre la legalización del aborto, prevista para el miércoles próximo.