Los procedimientos se realizaron por denuncias del supuesto delito de defraudación, bajo la maniobra conocida como phishing (término que proviene de la palabra inglesa “fishing”: pesca), mediante el cual delincuentes informáticos “pescan” datos personales de las victimas, para terminar utilizándolos con perjuicios económicos mediante transacciones monetarias bancarias ilegales.
Uno de los últimos procedimientos que se realizó en jurisdicción local, se realizó en una vivienda ubicada en el Barrio CGT de la capital provincial, ocupada por un hombre de 56 años quien se desempeña laboralmente en la Municipalidad de Paraná.
Off the record, los mismos investigadores admitieron que es muy posible que este hombre no tenga la menor idea sobre la defraudación a través de Internet, ya que el hacker, de la misma manera en que robó el dinero de una cuenta, se la pudo haber depositado en la cuenta de este humilde trabajador, al que también hackeó.
Modalidad. Es posible que si este hombre no advertía que tenía ese dinero –que jamás le correspondió legalmente–, de la misma manera que se lo había asignado a su nombre, también lo hubieran retirado y pasado a otra cuenta o a una negociación de compra por Internet. De este modo estos delincuentes informáticos suelen “lavar” el dinero que roban utilizando la red.
“Lo que pasa es que este hombre, al descubrir que tenía más dinero en su cuenta, lo extrajo y dispuso de él. Eso se advierte en el seguimiento minucioso que se realiza a partir de la denuncia del damnificado, que está en otra provincia y a través de todos los informes de los movimientos de transacciones entre cuentas a través de las cuales van ‘paseando’ los montos extraídos ilegalmente”, describió el segundo jefe de Delitos Económicos, comisario Diego Jazmín.
Mientras tanto, para la Justicia, el hombre de Paraná que extrajo el dinero es un eslabón más a investigar, hasta que haga su descargo.
Por su parte, los detectives de Investigaciones cumplieron con los mandatos judiciales, y para descartar o confirmar dudas, secuestraron en la casa del empleado municipal un CPU (un gabinete genérico de la PC) de color negro, marca Oori; un router (dispositivo de conexión a Internet), marca Motorola; así como elementos relacionados con la causa que se investiga.
Robo hormiga. Una fuente policial ligada a la investigación amplió a EL DIARIO el modo que actúan el hacker o phisher. “Se hace pasar por una persona autorizada o banco –por lo común mediante un correo electrónico o algún sistema de mensajería o incluso utilizando también llamadas telefónicas–, y de manera muy hábil obtiene la clave y usuario de un sistema tipo home banking (sistema de banca electrónica a través de la web) y de esta manera procede a realizar la transferencia de dinero a otras cuentas, donde finalmente se retira el dinero o genera una compra, siempre por Internet, culminando la maniobra delictiva”.
Trascendió además que las denuncias serían por casos ocurridos a personas domiciliadas en otras provincias, entre ellas Buenos Aires y Córdoba.
“Son gente que manejan a través de home banking gran cantidad de pagos y que la faltante de pequeñas cantidades no son advertidas de inmediato. Estas personas dicen haber recibido antes de ser timados, notificaciones similares a las que suele enviar la firma bancaria con la que operan, solicitándoles que confirmen sus códigos de acceso y otras contraseñas, de las que luego se valen los hacker o más específicamente denominados phisher”.
Cibercriminales
Los delincuentes informáticos que se caracterizan por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta (contraseñas, informes sobre tarjetas o cuentas bancarias), son conocidos como phisher. Usualmente se hacen pasar por una persona o empresa de confianza que, en una aparente comunicación oficial a través de un correo electrónico, mensaje de texto o llamadas telefónicas, solicita la confirmación de ciertos datos, engañando a las víctimas. Dado el creciente número de estas denuncias se aconseja extremar los métodos de protección y jamás revelar claves a través de medios desconocidos.
FOTO (1): El phisher habría defraudado a usuarios de varias entidades financieras locales y por ahora, su paradero es desconocido.